¿Cómo ves la situación económica en España?

Rajoy se ha lanzado a pregonar que ya estamos saliendo de la crisis, que el PIB está creciendo y que se está creando empleo a buen ritmo. Con más o menos matices, y llamadas de atención sobre los riesgos que aún amenazan a nuestra economía, la mayoría de los economistas e instituciones internacionales que se pronuncian le dan la razón. Al margen de la desconfianza que pueda suscitar nuestro Presidente del Gobierno, será difícil encontrar a alguien que no esté deseando que tales vaticinios se cumplan y podamos asistir a una creación masiva de puestos de trabajo, por muchos años. Otra cuestión, más de fondo, es si el tipo de capitalismo en el que nos hemos ido metiendo en todo Occidente nos abocará a otra crisis más o menos similar en pocos años o si, por el contrario, los gobiernos serán capaces de controlar sus excesos e imprimir una evolución hacia un capitalismo distinto, menos depredador.

¿Es el capitalismo el mejor de los modelos económicos posibles?

Situándonos en una perspectiva histórica, la gran mayoría de los estudiosos atribuye al modelo económico basado en el capitalismo el espectacular crecimiento que ha experimentado la riqueza mundial en el último siglo. Se apuntan, eso sí, los defectos de este modelo. Sobre todo, su aparente incapacidad para eliminar la pobreza y la desigualdad, y en definitiva para conseguir que el grueso de la humanidad se sume a la fiesta de la prosperidad económica. Pero, tras el estrepitoso fracaso del modelo comunista, apenas se oye a nadie que defienda y concrete otro modelo económico alternativo. Los debates, hoy por hoy, se centran en las políticas correctoras que se deberían aplicar al capitalismo para tratar de minimizar sus excesos. ¡Hasta la China comunista está entregada a este modelo! Y con resultados sorprendentes, todo hay que decirlo. Con todo, yo no diría que el capitalismo es el mejor de los modelos económicos posibles, porque el mundo seguirá evolucionando y quizás, dentro de un par de siglos, hay otro mejor.

¿La democracia tiene algo que ver con la generalización del capitalismo?

En cierto modo ha servido para legitimarlo moralmente. Si tenemos en cuenta las indudables ventajas que ofrece el modelo político basado en la democracia, frente a cualquier forma de autoritarismo, se comprende la opinión tan generalizada de que, con el mix capitalismo y democracia, hemos dado con la fórmula magistral. Podemos discutir si la democracia que tenemos es la que deberíamos tener, si nos hemos quedado a medio camino o si, incluso, estamos asistiendo a un cierto vaciamiento de sus características fundamentales. Pero nadie apunta otra fórmula mejor. Todos los debates se centran en mejorar lo que tenemos y en corregir sus defectos (que no son pocos). La gran cuestión, en mi opinión, es ponernos de acuerdo en qué es lo que hay corregir de esta fórmula magistral, y con qué prioridades, de cara al futuro.

¿Cuáles son los principales defectos del sistema político-económico actual?

Desde luego la pobreza, la desigualdad y la insuficiente libertad son fallos endémicos de este modelo. Van pasando las décadas, y la mayor parte del mundo sigue padeciendo por esas causas. Pero si nos centramos en el mundo desarrollado, y en particular en España, hay otros aspectos que también me llaman la atención y que, o se corrigen, o dudo mucho que siguiendo el curso que llevamos nos conduzcan a un mundo ideal. Aunque se llegasen a resolver los otros problemas mencionados. Me refiero, básicamente, a lo que en un sentido amplio podríamos englobar en el capítulo de la formación de las personas.

¿Qué quieres decir por “formación de las personas”?

En España está prácticamente erradicado el analfabetismo. Ha sido un logro histórico que no cabe menospreciar. Hoy todo el mundo sabe leer. Es más, nunca habíamos tenido un porcentaje tan elevado de población con estudios universitarios. Según los políticos tenemos la generación mejor formada de nuestra historia. ¿Podemos sentirnos satisfechos? ¿Misión cumplida? Lo cierto es que los índices de lectura de libros son muy bajos y sospecho que la gran mayoría de la población, incluidos los universitarios, ni ha leído nunca a los grandes pensadores de la Historia ni, lo que es peor, sería capaz de entenderlos y asimilarlos si los leyera.

¿Es una cuestión de falta de cultura?

Sí, pero no nos equivoquemos, no se trata de adquirir erudición sino de aprender a pensar, a reflexionar, a investigar en lo que hay más allá de la subsistencia, del divertimento o del día a día. La cuestión, en el fondo, es cómo conseguir que esa libertad de opinión, fundamental para el ejercicio de la democracia, entre otras cosas, se nutra de una capacidad de discernimiento y de reflexión que haga que cada persona sea libre e independiente de las opiniones mayoritarias; que aprenda a no ser rebaño. ¿De qué nos valen todos esos logros en materia de educación si luego no somos capaces de traducirlos en opiniones individuales, diferenciadas y con profundidad y calado? ¿Podemos decir que tenemos una sociedad educada si no es culta, si no está cultivada?

Pero eso que planteas requiere disponer de tiempo libre

En los movimientos políticos de principios del siglo XX se justificaba que la gran masa obrera (entonces no había apenas clase media) era inculta porque los horarios laborales eran tan dilatados y extenuantes que no dejaban tiempo para que la gente se pudiese formar. Ese problema está hoy bastante resuelto. El tiempo libre es una realidad. Y ¿qué se hace con este tiempo? Básicamente, entretenernos. Hay toda una industria del ocio que nos brinda entretenimiento. Desde las innumerables cadenas de televisión, donde ya es difícil establecer la frontera entre los programas basura de los restantes, a los cines, los centros comerciales, etc., etc. La demanda social se alimenta de una oferta que, por una parte, resuelve una necesidad y, por otra, la induce y la moldea. Todo ello, en la más pura lógica capitalista y en un extraño, aunque no menos evidente, ejercicio de libertad individual.

¿Esa libertad de elección de la que hablas es genuina o está inducida?

Es evidente que una parte importante es inducida y que, por lo tanto, no es libertad sino manipulación. Aunque cuente con nuestro permiso tácito. La maquinaria publicitaria y todas las fuerzas que inducen al consumo de lo que, en muchos casos, ni siquiera se necesita, son poderosas. En mi opinión, así no saldremos de una sociedad elementalizada, hasta diría embrutecida, y desde luego fácilmente manipulable, tanto política como económicamente. ¿Es este el modelo de sociedad ideal hacia el que queremos encaminarnos y que ofrecemos como ejemplo al resto de la humanidad?

¿Qué más echas en falta en el actual sistema?

Me sorprende que la sociedad no afronte con mayor interés y menos prejuicios lo que podríamos englobar en el concepto de espiritualidad. Entendida no en un sentido religioso, sino como la percepción de que quizás no seamos solo lo que vemos y tocamos de nosotros mismos, de que nuestra limitada capacidad de percepción (científicamente constatada) pueda estarnos ocultando amplias porciones de nuestra realidad que podrían otorgar un sentido a nuestra existencia muy diferente al que solemos atribuirle. Me estoy refiriendo, naturalmente, a la parte de misterio que entraña nuestra existencia. Un misterio que la ciencia, en parte, va desentrañando poco a poco con sus medios, pero que también nos incumbe a cada uno hacerlo, porque seguramente hay ámbitos de experiencia subjetiva que se escaparán al método científico. En una etapa histórica en la que afortunadamente, en mi opinión, las religiones están perdiendo su capacidad de pastorearnos e inducirnos a pensar lo que, según ellas, debemos pensar en relación con ese misterio, deberíamos tener la libertad personal de poderlo explorar cada cual a su manera. Sin embargo, lo que parece que se está produciendo en general es una especie de materialismo ramplón fruto, no de la reflexión crítica y cultivada, sino de una suerte de evasión perezosa ante ese tipo de preguntas complejas y, por lo tanto, incómodas sobre lo que atañe a nuestras vidas.

¿Tú crees que eso tiene que ver con deficiencias de nuestro modelo cultural?

Sí, porque es una consecuencia de que este modelo de sociedad haya decidido apostar por un tipo de formación para el individuo que limita sus horizontes vitales al éxito laboral y económico, desentendiéndose de todo aquello que pueda suponer un enriquecimiento personal en otros planos. Es como si, con lo económico y con unas ciertas libertades políticas, se hubiera completado felizmente esta historia. Y no es así, los seres humanos tenemos muchas más aspiraciones, desde el ámbito del interés intelectual, científico y artístico, hasta el espiritual, pasando por el amor y la amistad, que también necesitan ser cultivadas.

Pero, ¿eso no son parcelas de la individualidad, ajenas a la política?

Son ajenas a la política hasta cierto punto. Si los gobiernos y los medios de comunicación nos machacan un día tras otro con la idea de que el progreso solo tiene que ver con el PIB, la renta per cápita y la democracia, y se olvida todo lo demás; si además nos animan, abierta o sutilmente, a centrar nuestra vida casi exclusivamente en el trabajo, el poder adquisitivo y el disfrute del consumo y del ocio, a nadie le puede extrañar que todo lo que no sea útil para esos fines, se ignore.

Así pues, ¿qué conclusiones sacas?

El capitalismo y la democracia han reportado grandes avances a amplios sectores de la humanidad. Pero, cuando miramos hacia el futuro no nos debemos limitar a hablar de un capitalismo mejor y una democracia mejor. El futuro al que aspiramos, y con el que tenemos derecho a soñar, debe incorporar y priorizar otros ingredientes distintos. A medida que vamos resolviendo las necesidades básicas, no deberíamos seguir creándonos otras nuevas, para estar constantemente sofisticando nuestra idea de confort, sino que deberíamos apuntar hacia otros objetivos. En mi opinión, es hora ya de revisar lo que entendemos por calidad de vida. En este sentido, nos queda mucho camino por recorrer; ni estamos en el fin de la Historia ni hemos llegado a la cima de la civilización, como nos quieren hacer creer.

20 comentarios

20 Respuestas a “DEMOCRACIA + CAPITALISMO = ¿FIN DE LA HISTORIA?”

  1. angel Moran dice:

    ¿…la cima de la civilización?Pero si la civilización del homo sapiens esta en el campo base,en su primer estadio,justo recién salido de su caverna mental, ahora empieza su largo ascenso a una cumbre,como el propio universo, sin fin…

  2. RBCJ dice:

    El análisis magnífico . Ahora viene cómo desde la Política se puede actuar para que el individuo no sólo tenga títulos hasta universitarios sino que de verdad piense , que ejerza su libertad individual ,que su ocio no esté dirigido…
    ¿Pueden existir políticos y una acción política que vaya materializando estas ideas?.¿Desde el estado actual de nuestras estructuras políticas se puede conseguir?. ¿A quién se lo contamos? . ¿Puede España liderar un movimiento de este tipo? , ¿Cómo lo globalizamos?. Muchos retos sin duda y desde luego su fructificación siempre será a largo plazo , parece , ojalá no sea así.

    1. Manuel Bautista dice:

      Estimado RBCJ, estoy de acuerdo contigo en que es difícil llevar a la práctica los cambios que sugiero. Desde luego, sería un proceso lento.

      Quizás estemos demasiado acostumbrados a pensar solo en los cambios cuyos frutos podamos ver nosotros. Eso nos ha hecho que seamos excesivamente «pragmáticos» y descartemos aquellos cambios que, a priori, nos parecen deseables pero demasiado alejados. Los solemos tildar de «románticos» o simplemente utópicos. Pero, en gran medida, «solo» requieren que la demanda social sea cada vez más amplia e intensa.

      De todos modos, creo que lo que planteo no es tan inviable. Imaginemos que tuviéramos un Presidente del Gobierno convencido de que es necesario ampliar la formación de la gente en el sentido que sugiero en el artículo. Y estuviese decidido a intentarlo.

      Para empezar tiene un instrumento muy potente en sus manos: la televisión pública. Podría pedir al director de TVE (nombrado por él) que dedique programas a enseñar cómo profundizar y reflexionar en los diversos asuntos. Para ello, podría convocar diversos grupos pluridisciplinares (con sociólogos, psicólogos, pedagogos, científicos, comunicadores, etc.) que ayudasen a diseñar los contenidos de esos programas. Su impacto en la sociedad se dejaría notar pronto.

      Además, tampoco hace falta inventar la pólvora. Hay buenas ideas que funcionaron en el pasado. Por poner solo un ejemplo: aquellos debates de La Clave eran muchos más didácticos e interesantes que las «jaulas de grillos» actuales. También ha habido programas basados en entrevistas a personajes (bien elegidos, claro) hechas en profundidad. Recuerdo una de ellas a Aranguren, donde con toda su parsimonia, hizo una serie de reflexiones deliciosas.

      Si nuestro Presidente imaginario quisiera llegar más lejos, podría revisar el monopolio ideológico y programático que ejerce el Ministerio de Educación y dejar completa autonomía a los centros escolares, privados o públicos, para que den los contenidos docentes que crean oportunos y de la manera que quisieran.

      Podría, además, darle un impulso en serio a las fundaciones y demás entidades sin afán de lucro, que quisieran promover el arte, la ciencia, la educación, etc., sin más que aprobar importantes exenciones fiscales (como sucede en otros países).

      Yo creo que, desde el poder que tiene un gobierno, se pueden hacer muchas cosas. Sobre todo si de verdad son por el «bien común», porque entonces es más fácil sumar apoyos en la ciudadanía.

      La pregunta, claro, es ¿y cómo se consigue un Presidente así? Dejando aparte los designios de la Providencia, o la casualidad, solo se me ocurre una forma: creando una demanda social que vaya creciendo y que haga que un día los partidos decidan incorporarlo en sus programas.

      Un cordial saludo

  3. Jose Maria Bravo dice:

    Manuel.

    Le felicito por este articulo sencillo y sin tintes ideologicos distintos a un analisis de una situacion, en un ambito de las coordenadas que señalas.

    Quizas su experiencia le lleve a ser ponderado en el juicio politico. Cuestion, de la, que siempre he sido critico.

    El considerar la factibilidad como algo que impide saltos al «vacio», puede significar cierta resignacion a la evolucion clasica. Usted, que en cuestiones cientificas suele ser expansivo. Por que no en Politica?.

    El mundo es mas ancho y mas desconocido y mas sorprendente. Los cambios estan teniendo una velocidad imprevisible.

    Muchas gracias

  4. Manu Oquendo dice:

    Como a veces sucede D. Manuel Bautista nos plantea cuestiones que, más que de un artículo para leer relajados, se corresponden con los trabajos de un seminario de una semanita para poder comenzar a situarnos.
    Ahí es nada, decidir acerca del capitalismo como sistema.

    Como esto daría para miles de páginas –además de las que ya existen– voy a tratar de hacer una lista muy parcial de cuestiones relacionadas con la pregunta.

    1. ¿Lo que conocemos como capitalismo es un sistema económico autónomo o se corresponde con una forma concreta de ejercer el poder y organizar la producción y distribución?

    2. El capital es solamente uno de los factores productivos. Normalmente se consideran dos (capital y trabajo) aunque en realidad hay varios más. ¿Por qué sólo se habla de «capital» o de «capitalismo» cuando ni siquiera es un factor diferencial entre sistemas económicos?

    3. Todos los sistemas son capitalistas en el sentido de que usan capital y buscan el crecimiento de este como señal de éxito. En todo caso la diferencia estaría en quién es el dueño del «capital». Pero cuando esto se analiza de cerca resulta que tampoco la propiedad, privada o pública, es un factor crucial en las dinámicas del sistema y en todo caso ya nadie discute que la propiedad privada es un derecho fundamental que en muchos casos (no en todos, ojo) es mucho más eficaz que la estatal y no porque el estado sea ineficiente sino por la libertad de los flujos de información.

    4. ¿Cuál es entonces la característica esencial de nuestro sistema económico? No es el capital, no es la propiedad. ¿Cuál es?

    ¿Quizás la escala? ¿Esa regla tan universal como la Ley de la Gravedad que dice que si divido un coste fijo entre 1000 unidades este resultado siempre será mayor que si lo divido entre 2000 y en consecuencia quien capture más mercado tendrá una ventaja imbatible que le permitirá eliminar al resto y enriquecerse?

    ¿Quizás que para el Poder es más interesante –y sencillo– tener pocos interlocutores económicos que muchos y por lo tanto establece normas que favorecen la aparición de oligopolios?

    ¿Quizás que Redistribuir los frutos de las malas decisiones del Poder es una forma de Perpetuarse en él?

    ¿Quizás la incapacidad de auto organización del factor trabajo?

    Vamos a ver: si un capitalista es poco menos que un monstruo que solo vale porque es el dueño…. ¿Qué impide al Estado –creador del dinero y por tanto del capital– financiar directamente a los trabajadores y a estos organizarse (saben hacer, saben transportar y saben vender) y funcionar perfectamente sin tener por encima al engorroso chupasangres?

    Pues como vemos tampoco esto funciona.

    ¿Realmente tiene sentido hablar hoy de capitalismo o estamos siguiendo los planteamientos emocionales (o neuronales que diría D. Enrique) buscados por Marx para enfrentar a unos contra otros de tal modo que «alguien» se alzase con el poder con la representación «delegada» por una de las partes?

    ¿Reflejan las palabras algo de la realidad o están más bien vacías del contenido que sin excesivo realismo les otorgamos?

    Si nos atenemos a los hechos, hoy día el mayor activo de cualquier nación es……….su capacidad de Consumo, su……….»Mercado». Es lo que todo el mundo quiere…..libre acceso al principal Activo de cualquier nación.
    ¿Sigue esto siendo nuestro o ha dejado de serlo?

    Y cuando dejo de ser el dueño de mi mercado porque me obligan los acuerdos firmados por mi gobierno………….. ¿Quién paga los parados que inevitablemente se crean? ¿Los nuevos dueños de mi mercado?……………Pues no, lo seguimos pagando nosotros. Los que hemos tenido que ir cerrando nuestras fábricas porque siempre hay alguien que lo hará mejor y más barato.

    En resumen, hemos de tomar papel y lápiz y cuestionarnos casi todo porque a estas alturas ya hay demasiado que conserva poca relación con la realidad.

    Buenas noches y gracias por el artículo que realmente nos obliga a cuestionarnos muchas cosas.

  5. Manu Oquendo dice:

    Hace muchos años, Francis Fukuyama escribió «The end of History». Era cuando el final del muro de Berlín y la rendición de Gorbachev que para muchos rusos de hoy fue una traición.

    Aquel libro recibió muchas críticas que, en mi opinión, han hecho daño a otras obras de este autor. De hecho nunca tengo suficiente motivación para abordar la lectura «El final de la Historia» en serio. Me aburre repensar a Hegel y esto es un error.

    Sin embargo sí he tenido la suerte de leer otras cosas de Fukuyama. Por ejemplo «Trust». Sobre el efecto que tiene la función de la confianza recíproca entre los miembros de una sociedad en su prosperidad. Parece de Perogrullo que la Unión hace la fuerza pero nuestro Sistema de Partidos se ha especializado en buscar formas de……Desunión. Nuestras sociedades nunca han tenido más divisiones internas que hoy y todas ellas azuzadas desde el propio Poder. Inaudito pero cierto.

    Anoche tomé otro libro reciente de este autor.
    Se titula «Political Order and Political Decay» Ordenamiento político y Decadencia política.

    En uno de los capítulos de su segunda parte habla del Papel de las Clases Medias en el Ascenso y sostenimiento de las Democracias Liberales en las cuales vivía Occidente hasta ahora.

    No nos sorprenderá ver que toma nota de que, en Occidente, la clase media ha dejado de crecer y comienza a decrecer con fuerza.

    Y que es esta clase social el apoyo de las democracias liberales que solo tienen sentido o son viables en entornos de cierta prosperidad.

    En otras palabras. ¿Es posible recuperar la senda de la Prosperidad Económica en Occidente y de la Libertad Individual con las Reglas de la Globalización?

    Personalmente tengo muy serias dudas de ello. Y si esta mejoría económica no es real (Real con mayúscula, no cosmética de hiperconsumismo-basura y métricas de pacotilla) entonces veremos y daremos la bienvenida a un cambio de Régimen Político.

    Algo a lo que ya estamos asistiendo.

    De hecho llevamos años viendo, por ejemplo, que los Delitos de Opinión vuelven al Código Penal y estamos todos tan panchos. No nos afecta. ¿O sí?

    O sea, que «El final de la historia» puede que ya esté entre nosotros y no nos queremos enterar.

    Buenos días.

  6. Manuel Bautista dice:

    Estimado Manu,

    Planteas, en tu primer comentario, una serie de preguntas en torno al capitalismo que ponen el foco en una de las cuestiones claves de este fenómeno: ¿quién tiene el poder en una gran empresa? ¿Quién decide?

    Como mínimo, en una empresa grande, tendríamos que hablar ya de tres partes: «Propiedad», «trabajadores» y «gestores». Y aún así habría mucho que matizar.

    D. Emilio Botín nos mostró cómo se puede dirigir el primer banco de este país, a sus anchas, con menos de un 2% de la propiedad. Por tanto, la clave no está en el porcentaje de acciones.

    Los grandes bancos americanos que estuvieron al borde de la desaparición con la crisis del 2008, tomaron las decisiones que tomaron principalmente porque así lo decidieron sus directivos. Eran estos quienes tenían el poder real, no sus accionistas.

    El mismo concepto de trabajadores, ¿qué decir, cuando muchas empresas tienen el grueso de su producción externalizada y en manos de otras empresas? A mí me gustaría saber si, cuando el sector automovilístico que tenemos en España consigue mantener contra viento y marea las plantas de fabricación que tienen aquí diversas multinacionales, en lugar de llevárselas a otros países, eso es porque los costes salariales en esas fábricas son realmente competitivos o porque el conjunto formado por fábricas + red de proveedores + no sé qué es lo que nos hace competitivos. Para una empresa, ¿quienes son los trabajadores clave y dónde están?

    Si a eso le añadimos el proveedor de la principal materia prima, el dinero, ¿quiénes toman las decisiones?

    Obviamente, el mundo es mucho más sencillo en la escala de la pequeña y mediana empresa, pero a su vez éstas dependen de un modo dramático de las grandes empresas, que las exprimen.

    No sé, es complicado todo esto. Tanto que a veces me pregunto si algún ministro de economía, de hacienda o de industria, de los muchos que hemos tenido, tenía una idea razonablemente clara de en qué consiste y cómo funciona esa economía «real» sobre la cual ellos toman sus decisiones.

    Otra cuestión, por no dejarla pasar. En tu segundo comentario, Manu, planteas «¿Es posible recuperar la senda de la Prosperidad Económica en Occidente y de la Libertad Individual con las Reglas de la Globalización?»

    Yo también tengo muy serias dudas de que la respuesta sea afirmativa. Tiene que ver con varias cuestiones, pero una de ellas es: con nuestro modelo económico ¿es posible que TODOS ganemos, o solo puede haber ganadores si hay perdedores? Si es lo segundo, como me temo, es evidente que Occidente ya no tiene la fuerza suficiente como para imponer sus Reglas. Quizás por eso exista ahora la oportunidad histórica para inventar un nuevo modelo «win-win», donde todos ganemos. Claro, dependerá también qué entendamos por «ganar»!

    Y estoy de acuerdo contigo que esto nos lleva de cabeza a un cambio de Régimen Político.

    Un cordial saludo

  7. Jose Maria Bravo dice:

    En este interesante debate que suscita el articulo, quiero introducir al comentario el «Movimiento Antiglobalizacion». Leia, hace un tiempo, a Naomi Klein en «No Logo» y en la » Doctina del Shock».

    Esta periodista e investigadora relata las, penosas, condiciones laborales de los fabricantes de las grandes marcas comerciales, Algo que , extrapolando a las grandes ideas politicas, es algo asi como: Marca versus Producto.- Plusvalia versus Valor.

    Ha sido el «furor» de poner en el mercado la idea que ya una Empresa no es la responsabilidad de un numero de trabajadores, que al crecer, hacia creciente su numero, Y entonces buscar contratistas y ayudados por las reformas economicas y laborales, la produccion «cuasi esclava» y a minimo costo en Nigeria, Vietman, etc.

    Quizas, eso empezo en los años 80 y ahora vemos que la crisis «humana» ha llegado a nuestros paises «occidentales». Y que el problema de la precariedad toca a nuestra puerta y que, entonces, se opta por potenciar esas condiciones laborales, salariales y de cobertura de seguridad social, en nuestro entorno y la «llamarada» ilumina nuestros rostros.

    Que Hacer? es la gran pregunta.

  8. Asdrubal dice:

    No creo que se pueda hacer un análisis completo de la sociedad global/capitalista sin hablar de consumismo. El análisis de la conducta individual consumista nos conecta, entonces, a aspectos biológicos, sociales, psicológicos y existenciales que explican mucho mejor el curso reciente de la humanidad y su relación con el planeta, con los otros individuos, con la muerte y en resumen, con la vida.
    Las explicaciones de orden sociológico puro nos llevan a frases con las que discrepo por ser mecanicistas y conservar el lenguaje marxista que le da sujeto y voluntad a los fenómenos histórico sociales, como la que usa el autor: «Sí, porque es una consecuencia de que este modelo de sociedad haya decidido apostar por un tipo de formación para el individuo que limita sus horizontes vitales…», como si el modelo decidiera cosas.
    Una de las realidades que el capitalismo global plantea a sus estudiosos, es el reto a hacer el análisis más complejo y a hacerlo, por lo menos en parte, desde los individuos porque estos son, ahora, «decididores» originales y/o finales a la vez en muchos aspectos de su vida.
    Concuerdo con muchas cosas en el artículo y felicito toda preocupación y elaboración constructiva y me permito simplemente abordar el tema desde una perspectiva un poco más individual.

  9. RBCJ dice:

    Parece que existe un cierto consenso de la lectura de los comentarios sobre la necesidad de un cambio en el régimen político. Estamos centrados en España donde al menos podemos decidir bastantes cosas por nosotros mismos pero probablemente somos una parte de la solución del problema global planteado. Nos retrotraemos a finales de los 70 donde se materializó un cambio de régimen aceptado por los que estaban y propugnado por los que no. Todo ha cambiado mucho pero para que algo cambie se necesita , por supuesto una idea, un fin.. pero indefectiblemente urgen personas dispuestas , unas a ser cambiadas , otras a ocupar sus sillas y por qué no algunas con ánimo y capacidades para seguir. Sin duda lo más importante para la eficacia es no aferrarse al cargo , en este caso poder, y promover, facilitar nuevas estructuras de poder ejecutivo , legislativo y jurídico ,por supuesto independientes. Esto duele ,principalmente a los que ya están ejerciendo poder, hay que disponer de grandes dosis de humildad, honestidad, racionalidad, capacidad de innovación y disrupción para ser parte del cambio. Sin duda no es sencillo, se puede seguir pensando, pero algunos millones de personas probablemente dependen de pensamientos lucidos llevados a la práctica. Un año es mucho tiempo. Confiemos en el 2015. Saludos cordiales

  10. Mano Oquendo dice:

    El comentario de JM Bravo creo que merece reflexión porque nos recuerda que, dentro de la escasa capacidad de decisión que el sistema nos permite, todavía queda algo.

    Al menos para elegir comprar lo poquito que no nos llega canalizado desde un oligopolio.

    Hay que ver lo interesantes que son los Oligopolios para el Poder y cómo legislan para construirlos obligándonos a pagar nosotros las externalidades que ellos generan.

    Hace muchos años que podemos repostar casi exclusivamente en gasolineras con empleados cuyos precios en nada se diferencian de aquellas que nos obligan a trabajar pagando por ello.

    Hay muchas ocasiones para, a través de nuestro comportamiento, expresar cómo nos sentimos y qué queremos.

    Siempre se puede decir, educada y seriamente, lo que no nos gusta y por qué.

    Saludos.

    1. Jose Maria Bravo dice:

      Estimado Manu:

      Acabo de leer en El Pais, un articulo de Paul Krugman, que viene a cuento, llamando a la situacion de los paises nuestros, los paises occidentales, «El Valle de la Desesperacion».

      Señala que la exigencia de presupuestos equilibrados y divisas estables ha dado buenos resultados para las elites. La obsesion por el deficit y los asuntos financieros, en estos paises, con alto grado de desempleo y la bajada de salarios, esta llevando a una crisis social que esta exigiendo politicas mas acordes a la situacion. ,

    2. Antonio Tostón dice:

      Hay una frase importantísima, en el comentario: «Hay que ver que interesantes son los Oligopolios para el Poder y como legislan para construirlos, obligándonos a pagar nosotros las externalidades que ellos generan». Y aunque mucho ejemplos se me ocurre el más sangrante: La energía nuclear. Y es que se vende «muy barata
      contra, por ejemplo las fotovoltáicas que son muy caras». ¿Hay algún seguro, en el mundo que se haga cargo de un Fukusima, por ejemplo?. Y no independiente de su coste, con las consiguientes externalidades que van a parar al bolsillo de los contribuyentes,y los beneficios al gran oligopolio de las Energéticas. Pero no queda la cosa ahí. Hablemos también de las centrales hidroeléctricas, que se adueñan gratis et amore de las aguas de un rio, QUE ES DE TODOS, para su propio beneficio que no es el de todos……

  11. MANUEL LUIS NEVADO SANTOS dice:

    Estoy de acuerdo con gran parte de lo que dices. Especialmente, el déficit de espiritualidad tiene, efectivamente, mucho que ver con el cuadro decadente que vivimos. Sin embargo, hay un aspecto en el que difiero, y es tu opinión sobre las religiones. Y difiero, además, para señalar que en cuanto a religiones, la incultura y desconocimiento actuales son máximos. En nuestro entorno, el desconocimiento sobre la religión católica es increíble. Más increíble teniendo en cuenta que continúa siendo la religión mayoritaria.
    Personalmente, creo que algunas religiones, y dentro de ellas en especial la católica, pueden ser perfectamente válidas para encuadrar y resolver el déficit de espiritualidad que nos aqueja, y que -continúo de acuerdo contigo- nos aleja de una visión auténtica y una actitud crítica y consecuente frente a la realidad.

    Con respecto a esta respuesta mía, veo venir las contrarrespuestas: «clásicamente, la Iglesia Católica bla, bla, bla», o bien «el cura de mi pueblo ble, ble, ble´».
    Como en todo, hay que buscar fuentes válidas y actuales. Esto pasa por las lecturas adecuadas y por la asesoría por personas adecuadas. En material de religión católica, muchas veces la clave para una adecuada información pasa por liberarse de muchos estereotipos e ideas preconcebidas. El que busca, probablemente encuentre.

    Un saludo.

    Manuel Nevado.

  12. Manu Oquendo dice:

    Hay una serie de intelectuales «mainstream», –es decir, gente nacida y educada dentro del sistema que ha vivido, vive y vivirá muy bien dentro de él y en el ático, — que lleva tiempo hablando, escribiendo, –mucho de ello entre líneas–, que «la cosa no va», que «no puede ir» y que el recurso incremental a la coercitividad desde el Estado lo que realmente anuncia son escenarios Mad Max, 1984, Blade Runner, etc.
    Una ojeada al escenario mundial nos confirma que ya está pasando en gran parte del globo. Todo puede empeorar hasta que la entropía se encuentre de nuevo con la vida.

    Fukuyama es el último autor que he visto dar pasos en esa dirección y por ello he citado en algún sitio hace un par de días su artículo en el Foreign Affairs de hace dos meses. Un Fukuyama tímido, quizás prudente y regenerador. Todavía parece creer.

    El primero de esta serie que recuerdo fue Dani Rodrik, o quizás Harold James, el historiador de Yale. Todos «sistema» y «Ivvy League» la crema a 10,000 dólares la conferencia a este lado del agua.

    No cito a Stiglitz ni a Brenner porque, como el hijo de Galbraith, están en otras orillas emocionales y con objetivos estratégicos que son simétricos a los de cualquier élite egocéntrica.

    Podríamos sumar gente como Mann, Michael, que da la sensación de haber perdido al mismo tiempo, la fe y la esperanza. Tremendo, envejecer sin la una y sin la otra.

    Básicamente nos encontramos con dos escenarios emocionales, dos mundos de leyenda, es decir, de cuento chino.

    1. El Cielo en la Tierra. El paraíso del buen rollito. El gratis total.
    2. El Olimpo de los Inmortales y la Tierra de los Pobres Mortales. El Elysium aristotélico accesible por el mérito, por la sangre o por el parámetro que sea. Por ejemplo la calidad de «llegada mediática» que conocemos como «democracia moderna»

    ¿En qué se parecen? Ambos buscan instalarse en el Poder para manejar los hilos.

    Uno dice que es para hacer el bien a todos los sometidos. Miente.
    El otro pretende lo mismo y dice que No Miente pero «su verdad» es inaceptable psicológicamente para la mayoría de nosotros.

    Al final ambos resultan en un Elysium.
    Uno explícito y antipático.
    Otro oculto por la disonancia cognoscitiva y la esperanza de sumarse al carro ganador.

    El requisito que falta en ambos casos es el de la Responsabilidad Personal.

    El mecanismo de la Compra del Voto no puede lidiar con ello porque siempre habrá alguien que ofrezca la Irresponsabilidad. El «Sin más esfuerzo que tu voto, lo tendrás».

    ¿Cómo se puede dotar a este sistema político de Responsabilidad Personal ejercida desde la Sociedad, no Impuesta desde el Poder?

    Desde dentro parece imposible porque lo bloquea la regla de las mayorías y estas se rigen, cada vez más, por factores primarios emocionales.

    Sólo parecería posible si, a partir de esa idea del «derecho a decidir», se aceptase que grupos que eligen vivir bajo otras reglas pudiesen autoexcluirse de la regla de la «mayoría». La mera posibilidad, el derecho a no obedecer por encima de ciertos límites marcaría los límites al poder que hoy no están en manos de los ciudadanos.

    La historia Occidental se ha movido los últimos siglos fomentando electoralmente el llamado derecho a la Inclusión, es decir, a la participación de todos los injustamente excluidos de lo «bueno» o de lo que «parecía bueno».

    Si ahora vemos que el declive es sistémico, que lo que «parecía bueno» es malo y que no vamos a poder resolverlo desde dentro ¿Seremos capaces de permitir que conciudadanos nuestros, libremente, se autoexcluyan y vuelvan a poder crear la diversidad real creativa que hoy hemos perdido?

    No lo creo pero puestos a explorar hay vías que no podemos negarnos a contemplar si pretendemos un mínimo de racionalidad.

    De hecho, a la chita callando, está pasando delante de nuestros ojos con el reventón de los mini-nacionalismos y las zonas económicas especiales.

    Ambos son, a su modo, formas de «Auto Excluirse» de reglas que no funcionan.

    Saludos.

    1. Jose Maria Bravo dice:

      Querido Manu:

      Siempre tocas temas que hacen investigar.Con referencia al hijo de Galbraith, me encontre con un libro que esta interrumpiendo, fuertemente en escena,

      El Capital del Siglo XXI, de Thomas Piketty, Director de L Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales.

      Es un libro que habla de la acumulacion de Capital , de una concentracion, cada vez mayor, del Capital privado. Como creyo Marx, que podia suceder.

      Y, a la vez, se hace una alusion, como la otra pregunta, a Simon Kuznets. Premio Nobel en 1971. Que arguia que «las fuerzas que ponen el equilibrio: el desarrollo, la competencia y el progreso tecnico. Llevan espontaneamente a una reduccion de las desigualdades». Pero, a su vez, decia que «los objetivos de mas crecimiento deberian especificar de que y para que». Infraestructuras y Bienes de Capital , Para Creacion de Empleo y Produccion y Mejores Salarios., Hablamos de la epoca de la expansion despues de las guerras y la reconstruccion.

      Piketty, denuncia que la Tasa de Rendimiento de Capital supera de modo constante la Tasa de Crecimiento de Produccion y del Ingreso.

      «El Capitalismo produce, mecanicamente, desigualdades insostenibles, arbitrarias, que cuestionan de modo radical, los valores meritocraticos en las que se fundamentan las sociedades democraticas». Continua diciendo Piketty.

      En fin, para donde vamos?

  13. marc dice:

    Tengo muchísimo interés en una frase del artículo («nuestra limitada capacidad de percepción (científicamente constatada)» ), y me gustaría investigar sobre el tema. ¿Podríais darme alguna pista de por dónde empezar? Muchas gracias por adelantado.

    Ah, y muy interesante el artículo 😉

    1. Manuel Bautista dice:

      Hola marc,

      El asunto que señalas es muy interesante; tanto que no entiendo porqué no recibe mucha más atención de los medios.

      En pocas palabras: el ojo humano solo es capaz de ver aquello que se encuentra dentro de una estrecha banda del espectro electromagnético, la llamada «banda visible». Fuera de esta banda el ojo no ve nada.

      Para precisar más, digamos que que el espectro electromagnético que conocemos se extiende desde ondas de longitudes de muchos kilómetros hasta ondas muy cortas, de hasta 10 elevado a la -14 metros, las de los rayos gamma. Dentro de ese espectro el ojo humano solo es sensible a las ondas que van desde una longitud de unos 400 nanómetros (millonésimas de milímetro) que corresponde al violeta, hasta unos 700 nm, que corresponde al rojo. En el resto del espectro hay bandas en las que captamos algo gracias a la ayuda de determinados aparatos -por ejemplo, antenas de radio, televisión, equipos de rayos X, etc.- pero hay otras bandas en las que apenas captamos nada.

      En esto me apoyo para decir que nuestra capacidad de percepción es muy limitada. Sucede con el ojo, y lo mismo con los demás sentidos que nos permiten captar la realidad que nos rodea. Pero, obviamente, solo una mínima fracción de esa realidad. Lo lógico, es suponer que tanta realidad como hay en la banda del espectro electromagnético (que oímos, vemos y tocamos) habrá en el resto de ese espectro. Y que ésta interactuará sobre aquella.

      Si nuestros sentidos tuvieran la capacidad de percibir todo lo que hay en la totalidad del espectro del mismo modo que perciben lo que hay en esa reducida banda visible, y nuestro cerebro fuera capaz de procesarlo (que esa es otra), ¿no accederíamos a una realidad muchísimo más rica, variada y compleja que la que estamos considerando como «única» realidad? Si lo que estamos viendo es solo una mínima fracción de la realidad, ¿no nos estaremos perdiendo un montón de «claves» para comprender lo que sucede en nosotros y alrededor nuestro?

      En fin, el tema da para mucho y tampoco yo soy un experto.

      Un cordial saludo

  14. Manu Oquendo dice:

    La pregunta de Marc y la respuesta de Manuel Bautista abren toda una reflexión que quizás alguno de los Psicólogos del Blog podría ayudarnos a desbrozar para conocer mejor cómo somos, qué limitaciones tenemos, cómo es posible manipularnos –individualmente y en diferentes grupos– etc.
    El campo es muy importante, se ha divulgado muy poco de lo que se sabe y hay mucho dinero a ganar por los pocos expertos siempre y cuando sepan llegar al cliente correcto.

    Entre lo que recuerdo como limitaciones del ser humano están cosas como estas.

    1. A los 18 segundos de haber visto series de números breves no recordamos ninguna de ellas exactamente. Recordamos la información que nos produce alguna forma de trauma o que hemos hecho un esfuerzo importante para aprenderla.

    2. Un porcentaje bastante alto de la gente cambia de opinión y da como cierto algo falso –es decir, miente deliberadamente– si es la opinión predominante del grupo.

    3. Estamos plagados de deformaciones del recuerdo y de nuestra memoria por causas relacionadas con nuestra autoestima y nuestros miedos. Hasta tal punto que recordar algo correctamente es una lotería.

    Por otra parte nuestra velocidad de transmisión neuronal es muy baja, unos 10 metros por segundo. Por lo tanto para sobrevivir y para muchísimas tareas (tocar un instrumento bien, por ejemplo) dependemos de procesos reflejos instintivos y subconscientes.

    Se pueden llenar páginas pero lo cierto es que nuestro estadio evolutivo es bastante bajo y que no es por azar que presumimos de ser racionales pero pocas veces lo demostramos.

    Saludos

  15. Carlos Peiró Ripoll dice:

    Ya que mi amigo Manu nos ha dado pié a la intervención en la disertación de Manuel Bautista, convendría hacer una serie de apreciaciones.

    No solo es, como afirma el autor del artículo, que el espectro sensitivo del ojo humano es limitado, es que además la identificación de los objetos depende en gran medida de su asociación con los registros almacenados, y siendo así está ligada a la subjetividad de la experiencia.

    Como comenta Manu, percepción y recuerdo van íntimamente ligados, hasta el punto de que es casi imposible la concienciación de un impacto si no es a partir de la activación de un holograma cerebral, el lenguaje de codificación cerebral universal por excelencia.

    La neurociencia empieza ahora a entender los procesos cognitivos relativos a la memoria, e indica que el primer eslabón que conviene desentrañar para conocer sus secretos es la diferenciación entre almacenamiento y acumulación de información (véase datos, etc.). La segunda función descrita como acumulación, es una disfunción cerebral causante de los procesos cognitivos recurrentes y reiterativos que son el origen de los pensamientos obsesivos, casi siempre producto de experiencias mal vividas o traumáticas, y han sido hasta ahora mezcladas con la función mnésica por si misma, dando lugar a muchos malosentendidos en el campo de la investigación.

    En cuanto a la velocidad de procesamiento de la información lo esencial que cabe decir es de su enorme ductilidad en base a la significación subjetiva de la experiencia para el sujeto en cuestión. Tanto la brutal velocidad de procesamiento en situaciones límite como la capacidad de desciframiento de información en estados hipnóticos, nos ofrece psitas muy reveladoras al respecto. Pero en este campo, como en tantos otros de la psique humana, se está demasiado «verde» para hacer afirmaciones concluyentes.

    Por otro lado, los fenómenos sinestésicos de algunas personas, indican que es posible una codificación/descodificación de información muy distinta a la habitual, en la que una educación favorecedora de estructuras funcionales no relaciondas entre si y un lenguaje sensitivo-estructural muy pobre, impiden formas de procesamiento más amplias, veloces y activas como las que empiezan a rozar los fenómenos sensitivos conocidos como sincronicidad, los más completos descubiertos desde la investigacion científica.

    Si Marc tiene interés por obtener información al respecto, le sugiero que eche mano de las grandes revistas americanas de ciencia y neurociencia, aunque no tenga más remedio que leerlas en inglés.

    Saludos a todos,

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