Sin una divina Providencia a la que confiar nuestro destino y sin un Estado capaz de asegurar nuestro bienestar y nuestro porvenir, ¿en qué podremos basar nuestra confianza en el futuro?

 

En el mundo del Medievo el orden establecido giraba en torno a Dios. Era una sociedad rural y la vida, muy dependiente de las incertidumbres del clima y la naturaleza, que influían decisivamente sobre sus cosechas o su ganado, estimulaba una entrega a la divina Providencia. Las personas de entonces no veían ninguna posibilidad de configurar su propia vida y encontraban natural poner su destino en manos de Dios. La religión y la Iglesia regulaban en Su nombre cómo debía ejercer sus creencias. En cuanto a los asuntos mundanos, unos reyes entronizados por la gracia de Dios y en estrecha alianza con la Iglesia se ocupaban de su gobierno.    

Con la Revolución francesa y la Ilustración se inicia un cambio radical. El hombre reclama su protagonismo frente a Dios. Se instaura un paradigma social basado en el dominio de la razón sobre la fe. La ciencia, liberada de los corsés religiosos, penetra con éxito en las leyes de la naturaleza y reivindica un cierto materialismo metodológico, que es utilizado para avalar el ateísmo. El laicismo, como actitud de distancia e independencia frente a las religiones, se acaba convirtiendo en lo políticamente correcto. El rey, desvestido de los designios divinos de su nombramiento, es sustituido por un presidente elegido y controlado por los ciudadanos. Se reivindica la democracia como el poder del pueblo que reemplaza al de las aristocracias monárquicas.

El pueblo decide que, para hacer frente a las adversidades, prefiere recurrir a la protección del Estado en vez de la de un Dios misterioso. Pero sigue buscando un Poder externo al que confiar su devenir. Aquel movimiento de rebeldía e independencia hacia Dios no deriva, como amagó inicialmente, en una progresiva asunción de su responsabilidad para organizar su propio destino. Al contrario, inventa rápidamente la figura del Estado a la que, junto a determinados atributos democráticos, le dota de una aureola todopoderosa que le va aproximando a una especie de versión laica de Dios. Además, en lugar de la religión se potencia un cierto cientifismo, caracterizado por una manipulación de la ciencia que, como el antiguo doctrinarismo religioso, transmite la confianza en que prácticamente todo está descubierto y adecuadamente explicado. Así, el binomio Estado-cientifismo nos colma de seguridad y tranquilidad.

Pero, en el fondo, no ha habido más que una sustitución de cierto infantilismo religioso, en el que el hombre necesitaba para su seguridad la dependencia de un Padre divino, por otro laico, en el que esa dependencia se ha trasladado a un Padre-Estado.

Con el avance de este paradigma, el Estado se va haciendo más poderoso y se va introduciendo en rincones de nuestra vida privada que nadie hubiera imaginado antes. Los ciudadanos nos hemos acostumbrado a que nos lo de todo resuelto, sin más responsabilidad por nuestra parte que cumplir las leyes y pagar los impuestos. Tan convencidos estamos de que este es el orden lógico y natural de las cosas, que ya solo nos limitamos a exigir cada vez más derechos, cuesten lo que cuesten.

Pero, llegados a la situación actual, ¿qué pasa cuando el Estado se tambalea, pierde poder como consecuencia de la Globalización y de su nivel de endeudamiento, y además sus finanzas le sitúan al borde de la bancarrota?

¿Qué pasa cuando no es capaz de asegurarnos nuestro futuro?

¿Qué pasa cuando los ciudadanos pierden la confianza en las instituciones del Estado y en las élites políticas que las dirigen y nos gobiernan?

¿Qué pasa cuando las nuevas generaciones de ciudadanos ven que sus méritos académicos, o profesionales, ya no les aseguran un porvenir confortable?

Ni siquiera queda el recurso del sálvese quien pueda, confiando cada uno en lograr su propio éxito económico y encerrarse en su burbuja de bienestar, porque cada vez hay menos reglas y hojas de ruta que puedan garantizar ese éxito.

Sin una divina Providencia a la que confiar nuestro destino, sin un Estado capaz de asegurar nuestro bienestar y nuestro porvenir, y con un panorama económico que hará poco viable para la mayoría seguir refugiándose en sus propias expectativas de aumentar su particular poder adquisitivo y su capacidad de consumo, ¿en qué podremos basar nuestra confianza en el futuro?

En esta tesitura son muchos, la mayoría, los que están sumidos en el desconcierto. Otros buscan la salida en la regeneración de los políticos y las instituciones, para que cumplan bien con el papel que tenían encomendado, confiando en que una Política con mayúsculas, honesta y eficiente podría enderezar la situación. Otros vuelven a dirigir su mirada hacia la religión o hacia alguna forma personal de búsqueda espiritual, persuadidos de que este mundo que conocemos es solo una parte del que realmente existe y que, en esos otros mundos que ignoramos, debe haber fuerzas y claves esenciales para nuestra existencia. Otros deciden jugar con lo que tienen y emplear sus recursos en intentar que su vida y la de quienes les rodean sea lo más positiva posible.

En todo caso, lo interesante de esta situación histórica es que, junto a esas perspectivas inquietantes, seguramente también ofrecerá nuevas oportunidades para que nuestra vida en sociedad siga evolucionando. Una de ellas podría ser que, ante la probable quiebra de los modelos de protección social y económica, encarnados en los Estados modernos, tanto los ciudadanos como la sociedad aprendiéramos a confiar mucho más en nosotros mismos ante las situaciones de incertidumbre y adversidad, desarrollando otros recursos, talentos y habilidades, colectivos e individuales, que nos permitan seguir adelante.

Así, frente a aquél modelo en el que hacíamos depender sobremanera nuestras vidas de la voluntad de Dios, en definitiva de alguien externo a nosotros; o frente a este modelo en el que también dependemos excesivamente del Estado, de nuevo alguien externo a nosotros; la nueva etapa histórica que quizás se configure en el futuro inmediato podría dar paso a otro modelo distinto en el que tanto la sociedad como las personas aprendiéramos a depender mucho menos de Entes externos y mucho más de nosotros mismos.

Un cambio así, como cualquier cambio de cierta envergadura, generaría mucho sufrimiento, pero también podría ser la oportunidad de un salto en nuestra evolución colectiva, al pasar de una etapa infantil, caracterizada por estar siempre bajo la estrecha tutela de un Padre, a una etapa más madura, en la que aprendiéramos a valernos más por nosotros mismos y, lo que es más importante, a sacar de nosotros nuevos talentos y capacidades que, probablemente, estaban ahí, pero que la pasividad alimentada por nuestro estatus no nos estimulaba a desarrollar.

Algo parecido, hasta cierto punto y salvando las distancias, a lo que sucede cuando los hijos salen de la protección paterna y deciden aventurarse a vivir su propia vida. Esa decisión, dura y difícil en muchos casos, es la que luego les hace crecer y desarrollarse.

Obviamente, en esta etapa histórica, nadie sabe en qué consistiría ese crecimiento de la sociedad y de quienes la integramos. Pero es razonable pensar que, cuanto menos dependiéramos de poderes externos en nuestras vidas, menos los necesitaríamos, psicológica y materialmente, y más nos habituaríamos a extraer de nosotros mismos fuerzas y capacidades, hasta ahora atrofiadas por su falta de uso.     

¿Seremos nosotros, como sociedad, capaces de aprovechar esta oportunidad histórica?

21 comentarios

21 Respuestas a “¿Dios, el Estado o nosotros mismos?”

  1. Manu Oquendo dice:

    Dentro de un par de días asistiré a una reunión en una ciudad del norte con un grupo de personas interesadas en el asunto que ocupa al Sr. Bautista en este artículo.

    Es la segunda sesión sobre el tema genérico de «La Crisis de las Democracias» que estamos viviendo.

    La reunión consta de una presentación de ideas al respecto del tema durante algo menos de una hora y un coloquio de dos horas y media. El coloquio es lo importante.

    Comienza a las 18:30 y debe terminar a las 22:00. Cuando cae en viernes se traslada el coloquio al sábado por la mañana.

    Los asistentes son personas interesadas en el asunto, con o sin puntos de vista previos, algunos bastante conocedores del tema. Este grupo en concreto es de unas 15 personas que se conocen entre si y comparten intereses.

    El tema es amplísimo y, por supuesto, intratable en dos sesiones. O en veinte. Creo sinceramente que su abordaje exige una continuidad en el acercamiento.

    Por ello en este comentario voy a tratar de plantear sintéticamente dos cosas

    1. Un tema complicado –el papel de Dios en esta vida que es la que mejor creemos conocer.

    2. Con base en el Informe de 1975 para la Trilateral del que he hablado en alguna ocasión, mostrar que las democracias Occidentales están todas peor.
    Peor y con muy graves problemas adicionales que no podían ser contemplados por Crozier, Watanuki o Huntington, los autores de «The Crisis of Democracy». (Informe sobre la Gobernabilidad encargado entonces por Brzezinski)

    1. El Papel de Dios, hoy.

    En mi opinión estamos, por primera vez en la historia humana, en un momento de confluencia entre Ciencia, Filosofía y Religión. El Laicismo –como doctrina– está siendo afectado por esta confluencia y reaccionará.

    Religión: Definida como un esfuerzo vital de acercamiento a nuestras raíces y a la comprensión de nuestro papel de seres fruto de una causa primera que nos resulta remota e inaccesible cognoscitivamente pero que, a poco que miremos hacia dentro y hacia fuera, sabemos que está presente y que es armónica pero sin muchas más certezas que la certeza de su presencia (que no es poco)

    Esto plantea exigencias que algunas religiones han comenzado a abordar. Por ejemplo su rol histórico de instrumentos de programación o el uso del dogma como herramienta de control social. Esto está en marcha en, por ejemplo, partes de la Iglesia católica.

    2. ¿Qué ha sucedido en los 41 años desde 1975? La fecha del Huntington Report.

    Estas son las 7 Recomendaciones del documento. Es fácil ver que en todas hemos ido a peor a poco que se sigan estos temas por fuera del Relato Oficial.

    1975. «Los crecimientos económicos y precios estables son esenciales para el buen funcionamiento de las democracias». ………………………… 2016………… ↘
    1975. «Los liderazgos Políticos actuales no cubren las expectativas y son necesarios Liderazgos Institucionales nuevos». …………………………………..2016…….. ↘
    1975. «Las lealtades a los Partidos Políticos –al igual que la adscripción a las instituciones religiosas, estatales y de clase social– se están debilitando a lo largo y ancho de la Trilateral»…………………….2016…………. ↘
    1975. «El Gran crecimiento del poder de los medios hace necesario reforzar el papel de los Gobiernos frente a los Medios de Información»……………  2016………….. ↘
    1975. «La sobreproducción de titulados universitarios exige reexaminar el Papel y el Coste de esta educación»……………………… 2016…………….. ↘
    1975. «Más activa innovación en el mundo del Trabajo para hacer sus estructuras más participativas e «inclusivas“………………………………….2016………………. ↘
    1975. «No está garantizado que el gobierno de las democracias vaya a funcionar eficazmente». ………………………… 2016………………… ↘

    Además del deterioro, en todas ellas hay problemas nuevos.

    1. Perceptible empobrecimiento paulatino de la población y especialmente de las clases medias que, no olvidemos, son las que financian y sostienen el Estado de Bienestar y la Social Democracia que establecen las Constituciones Europeas.
    El paro estructural crece a pesar de medirse de forma mucho más benévola que en el pasado.

    2. Expulsión sistémica de gran parte de la capacidad industrial. Crece el empleo artificial y subvencionado en Servicios y en el Sector Público –también en la industria que queda– que termina retroalimentando el deterioro.

    3. Gigantesca oligopolización y monopolización en sectores clave. Banca, Computación, Software y muchos otros. Dependencia Europea de monopolios de EEUU para el funcionamiento diario de servicios básicos.

    4. Sociedades civiles debilitadas y muy fragmentadas, también culturalmente. Enfrentamiento interno. La cultura europea autóctona se muere y la que la sustituye es importada y no se integra. Fomentado desde el sistema de poder.

    5. Tras el final de la URSS, han vuelto numerosas guerras, expansiones militares y golpes de estado comenzados y financiados desde Occidente por objetivos geoestratégicos en la línea de Brzezinski en su obra The Grand Chessboard de1997.

    6. Pérdida de Credibilidad y de legitimidad Otorgada por parte de Partidos, Liderazgos e Instituciones.

    7. Disonancia Cognoscitiva a Raudales por parte de la Sociedad Civil y de los Medios de Masa.

    Es decir, no parece que estemos ante un caso de sencilla regeneración. Los problemas son sistémicos, de naturaleza estructural y de extraordinaria complejidad.

    Esto exige por nuestra parte algo de dedicación constante. En grupo si hacemos caso a Schroedinger,

    Cita.

    «…se volvió́ casi imposible, para una única mente, dominar por completo más que una pequeña porción especializada de ese conocimiento. No veo otra salida para este dilema (bajo riesgo de perder nuestro objetivo para siempre) que aventurarnos a embarcar, algunos de nosotros, en una síntesis de hechos y teorías, aunque dotados de un conocimiento incompleto y de segunda mano sobre algunos de ellos, y, peor aun, pudiendo parecer tontos».

    Fin de cita.

    Erwin Schroedinger 1887 1961

    Buenos días a todos.

    1. Teresa Cabarrush dice:

      ¡Estimado Señor Oquendo a veces Usted sabe que la Vida es más simple de lo normal, la complicamos las personas más de la cuenta!, ¿ o no?. Leyendo la poesía de Juan Ramón Jiménez nos proporciona lecciones de vida, además magistrales. un abrazo.

      https://www.youtube.com/watch?v=nye62rh7aaQ

      1. Teresa Cabarrush dice:

        ¡Creo que la Vida la comprende pocas personas en verdad!

    2. Manuel Bautista dice:

      Hola Manu,

      Por supuesto estoy de acuerdo contigo en que este es un tema (en realidad, un racimo de temas y subtemas) que debe ser abordado de modo continuo y por mucha gente. Y desde muchos ángulos, porque los tiene.

      Lo que pasa que, como al mismo tiempo, topa con miedos, creencias, convicciones ideológicas, etc. es muy difícil salir de las posiciones defensivas y tratarlo con una mente suficientemente abierta.

      Tú mismo apuntas a la «Disonancia Cognoscitiva a Raudales por parte de la Sociedad Civil…» como uno de los problemas.

      Es decir, ¿Cómo superar la fase de búsqueda de culpables (externos, por supuesto) y/o reivindicación de «nuestros» derechos, para ponernos a construir algo que realmente tenga pinta de que pueda funcionar en el futuro?

      Un saludo y gracias por tu comentario

    3. Roge dice:

      Sr. Oquendo

      ¿Ese grupo de reflexión del que habla es un grupo cerrado o está abierto a nuevos participantes?

      rogelio_douton Arroba vodafone Punto es

      Un saludo

      1. Manu Oquendo dice:

        Hola, Roge.

        En aquel caso concreto se trataba de miembros de una asociación privada. Es decir, para sus miembros. Creo que no se han planteado anunciarlo fuera entre otras cosas por una cuestión de medios pero también de fines.

        El resto de los grupos que conozco son parecidos lo que tiene una cierta lógica.

        A mi modo de ver este tipo de foros se constituye lentamente y este proceso crea unas relaciones de intereses comunes que tampoco pretenden ser masivos y exigen dedicación.

        Por ejemplo, hace un año, en una serie de coloquios sobre corrupción, el ponente –una figura pública que ya no está en activo– preparó un informe previo de unas 70 páginas muy densas.
        Los asistentes, unos 20, lo recibieron unas semanas antes para conocerlo en detalle y poder participar en el coloquio que tuvo tres sesiones.

        En otras ocasiones a alguno de lo miembros toca preparar una ponencia. Por mucho que sepa del tema –y algunos temas no tienen fondo– esto le va a exigir unas semanas de estudio y preparación.

        Este esfuerzo no es normal ni fácil de llevar a cabo en un simple club o circuito de conferencias al público general. Tampoco en una asociación ideológicamente predefinida o ligada a algún partido.

        Por otra parte, el circuito público general está muy supervisado por el sistema político.
        Fundamentalmente a través de las reservas de espacio, salas y otros medios.

        En muchas partes de España hay temas que solo conseguir un foro abierto plantea el problema de pasar filtros y «permisos» –públicos y privados– que se pierden las ganas de hacerlo.

        Lo que va emergiendo es algo bastante espontáneo, boca a boca, y curiosamente se parece a las «sociétés de pensée» de la Ilustración.

        Se mueve lentamente porque no puede ser flor de un día. Pero se mueve. Cuestión de empezar.

        Saludos

  2. Luis dice:

    Creo que el artículo invita más a la reflexión que a quejas o dar recetas de soluciones.
    ¿En qué podremos basar nuestra confianza en el futuro?. Incertidumbres, adversidades, limitaciones, … se han ido trasladado nuestras expectativas de cobijo desde un Dios paternal a un Estado también paternal. Y en esas estamos.

    El hombre tiene infinidad de preguntas sin respuesta y, pese a ello, tanto las élites religiosas como las políticas han intentado permanentemente convencernos de tener en dogmas, principios, axiomas, valores, reglas, … las respuestas a todo lo que de verdad debe importarnos. Parece inmediato el preguntarse, respecto a estas élites conocidas ¿en qué medida han colaborado a mitigar nuestras diversas penurias y dificultades, dándonos para todo explicaciones, en muchas ocasiones de dudosa veracidad y, no han tenido otra finalidad primordial más allá que la de, sencillamente, pastorearnos? ¿por qué preferimos que nos hagan creernos conocedores de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea, antes de asumir la incertidumbre de nuestra propia vida? ¿por qué no se nos deja valorar nuestro propio desconocimiento (y… quizá el de casi todos) antes de estimular personalismos egocéntricos con respuestas para todo?

    Seguramente la pasividad, el miedo, … la falta de reflexión, en definitiva, nos hacen consentir una campaña política para las próximas elecciones, en la que todos parecen capaces de construirnos una sociedad idealizada – y… claro, sin tantas desigualdades (término de máxima actualidad) – y en la que nadie nos dice, por ejemplo, que vivimos en una falsa democracia (algo de lo que todos los partidos supongo bien conscientes), que tenemos que dar pasos concretos para autentificarla y, las bondades que esos pasos comportarían.

  3. Alicia dice:

    Quiero pensar que seremos capaces de aprovechar la oportunidad, pero pienso (aunque no quisiera) que no vamos a serlo.

    Nos hemos acomodado a ser esclavos. Tan siervos de la gleba como los de la edad media. Ellos anclados a la tierra y dependientes de los amos de esa tierra; nosotros, los modernos, anclados y dependientes de las instituciones. Y, ellos y nosotros, contentos si no nos apalean.

    Lo curioso es que en la situación actual nos creemos ser libres porque, nos creemos también, haber alcanzado un conocimiento que nos permite elegir qué queremos. Y elegimos; elegimos y nos lavamos las manos “yo he cumplido”. Y tenemos derecho a exigir porque pagamos nuestros impuestos (o nos los arrancan) de forma bastante parecida a como ellos entregaban a su señor ovejas o terneros.

    La ventaja de ellos sobre nosotros es que ellos no sabían que no eran libres.

    Que acabo, me doy cuenta, de escribir una simpleza; que tampoco nosotros somos conscientes de no serlo. O quizá es que me he embrollado y he metido, después de escribir la frase, un “no” que al principio no había puesto. Y venga darle vueltas a si lo quito o lo dejo…

    Y como no me resuelvo en la elección dejo los dos modelos, a saber «ellos sabían que no eran libres». Y que elija otro y ya está.

    Vamos, que no tengo ni idea de si lo sabían o no lo sabían.

    Creo que tengo algo más claro que nosotros nos hacemos la ilusión de serlo.

    ¿Y qué posibilidades tenemos de liberarnos si nos estamos creyendo libres?
    Es como fantasear que cuando dormidos tenemos una pesadilla podemos ser conscientes al mismo tiempo de que se terminará cuando despertemos.
    Pero nuestro sueño es demasiado profundo. Solo nos sacará de él una sacudida.

    Y la sacudida, como en el despertar de lo que llamamos “vida real”, nos irritará y nos pondrá en contra de quien cometiere el atrevimiento de dárnosla.

    La sacudida. Y la libertad.

    Y otra vez que me enredo. Que no sé si a pesar de todo nuestro saber moderno tenemos pajolera idea de qué es la Libertad.

    Debo de ser poco imaginativa, que se me viene a las mientes el mito de la caverna.

  4. RBCJ dice:

    «..ante la probable quiebra de los modelos de protección social y económica, encarnados en los Estados modernos, tanto los ciudadanos como la sociedad aprendiéramos a confiar mucho más en nosotros mismos ante las situaciones de incertidumbre y adversidad..».Un objetivo plausible pero desgraciadamente imposible de momento hasta en las sociedades desarrolladas.Nos guste o no el Estado tiene que ejercer de sujeto activo para la máxima igualdad entre los ciudadanos.
    Podemos hablar de Dios pero la práctica dice que sin duda en España no genera excesiva ideología ni prácticas de comportamiento.Mejoremos la individualidad…Educación..lo que significa mejor enseñanza con los mejores didácticos y que las familias, los padres , no rehuyan su responsabilidad . No hay otra…esperanza en mejores políticos..siempre cabe la esperanza.

    1. Manuel Bautista dice:

      Hola RBCJ,

      Estoy totalmente de acuerdo que en las sociedades modernas NO es concebible prescindir del Estado. Nos guste o no dependemos de él en muchas, muchísimas, cosas (pensiones, sanidad, justicia, seguridad, etc., etc.).

      Puestos a soñar yo creo que lo que sí sería planteable es un proceso muy paulatino y gradual en el que se fuera reduciendo el papel del Estado en diversas áreas. En un proceso de décadas. Por ejemplo, en áreas como la educación y la cultura creo que habría margen para reducir sustancialmente su papel.

      Pero eso requeriría la conjunción de una enorme voluntad política, por parte de los sucesivos partidos gobernantes, y de una voluntad popular que lo reclamase en ese sentido. Y ni lo uno ni lo otro se atisba en el horizonte. A los partidos porque no les conviene y porque, probablemente, tampoco creen en esa opción. A los ciudadanos, porque hoy por hoy les da vértigo la perspectiva de un Estado menos intervencionista.

      De todos modos, la tesis del artículo es otra: la de que, al margen de que fuese o no deseable, la evolución de los acontecimientos nos pueden ir llevando a un escenario en el que el Estado se fuese debilitando tanto que se viera obligado a irse retirando de muchos ámbitos.

      En ese escenario, que indudablemente tendría mucho de traumático para la mayoría de la gente, se podrían dar las condiciones para el tipo de cambio histórico que he expuesto.

      Un saludo y gracias por tu interesante comentario.

  5. Rosae dice:

    Notas muy sueltas, al margen de lo leído: 1- sobre el Sobre endeudamiento de los estados que provocan medidas ‘austericidas’ sobre los que mal ya están: habrá que Auditar?- o Nos vamos a comer todo el marrón…los de siempre.
    perdón por reiterar lo de «sobre»..pero entre sobres-sobresueldos- etc…algun@s van «sobrados».

    2- No todas las personas tienen las mismas oportunidades ni en el seno de una familia: l@s hay que cuidan de «enfermos graves», casi dan la vida (quizás equivocadamente), por seres queridos..y, después…apenas tienen oportunidades de nada..

    3- con el avance de la tecnología y, cuando las maquinas «escupan» el «producto» en un plas!!!
    Cuando la tecnificación y robótica lo»invada» casi todo…quizás un así será aunque no lo «creamos»…
    Cómo piensan o creen que van a gestionar el mundo humano, quienes dicen «representarnos»….

    4- Se avecinan enormes cambios y, aceleradamente: en qué dirección y con qué «prioridades» se haga?- dará unos resultados u otros…

    5- Con creencias o sin ellas, con más o menos fé: si no hacemos ‘lo mejor’ que podamos, sepamos etc..y, aprendiendo de errores; esperar que un «ente» nos «resuelva»…puede pasar que nada Pase.

    6- Un sistema caduco, se irá para dar paso a otras cosas, los jóvenes sobre todo están en otra «onda» por así decirlo y, del Dios dinero: que lo ha «regido»casi todo..se pasará a otras acciones..
    no será fácil, claro!!- los mercados las primas de riesgo (todas ellas), la deuda en Ascenso, los corralitos-castigos etc…
    harán subir el nudo de la corbata, algo más y….nada será fácil, pero tampoco imposible.

  6. Creo que para esto hay dos perspectivas posibles. O somos humanos desde algún Origen. O somos humanos hacia algún Destino.
    La primera perspectiva la pusieron en pie las religiones, especialmente las monoteístas. El animal humano inauguró el espíritu y abrió la posibilidad de una Humanidad universal. A pesar de ello, cristianos y musulmanes se esclavizaban mutuamente.

    El darwinismo clausuró la perspectiva de un origen, cualquiera que pudiera imaginarse. A pesar de interpretaciones aún muy animales, como el llamado «darwinismo social», sólo nos queda la perspectiva de llegar a construir una Humanidad en algún futuro. La Humanidad es algo que se construye con tecnologías. La tecnología de la Justicia es la más sofisticada del Universo (el LHC del CERN es un juguetito a su lado). Y creo que el instrumento principal será la Educación. A partir de cierta masa crítica de población consciente, culta y ponderada (que incluye solidaria y buena, más por inteligencia que por bondad innata), creo que la representación política será otra cosa y que el poder no será concentrable como ahora.

    Otra cosa sería que pudieran colonizarse planetas ahora mismo, el «hombre blanco» que sea podría «seguir cargando». Pero mientras sólo la Tierra nos contenga, el planeta nos hará madurar, nos pondrá en nuestro sitio. Esperemos haber madurado antes de colonizar la galaxia.

    Si hay algún Dios por ahí, seguro que se pondrá muy contento y exclamará «¡Estos son mis hijos!»

  7. Rosae dice:

    La verdad es que si Dios nos encontrara en el Universo nos diría: no sois dignos de considerados mis «hijos»; el planeta que os he «regalado» me lo estáis dejando hecho una «piltrafa»; El trato que daís a los «seres vivos» a base de extracción de recursos y envenenamiento y contaminación es «imperdonable» y, qué decir de ustedes: gente pasando hambrunas, masacrados por guerras, desplazados sin abrigo ni hogar, en las garras de «mafias y tratas»..qué decir de ustedes: «hombres y mujeres» os hice a mi Imagen y semejanza, cómo cuenta la historia y no son más que «porquería pordiosera sin alma», pero seré Justo: sé qué no tod@s andan tan «descarriados»..y, aunque..considerar os considero hij@s míos: me hagan el favor de cambiar, y mejorar esa mala «conciencia», antes de que se carguen del todo ese Mi Planeta, (su casa), de ese sistema solar tan hermoso, ubicado en esta Galaxia llamada vía láctea;
    Atentamente: Dios.

  8. Sergio Jiménez dice:

    Este artículo me ha evocado otro de Rafael Barret, donde habla del cientifismo como religión; http://www.madrimasd.org/blogs/biologia_pensamiento/2011/05/10/132782#.V2r_J1gJ7EM.twitter

    La incertidumbre, la duda o la angustia quizá sean las armas más potentes que tengamos los seres conscientes, y no al contrario como quiere hacernos creer un sistema que solo busca imponer la verdad del capital.

  9. Rosae dice:

    En mi opinión haré una «confesión» algo personal, o así la considero, al menos..

    hace nada he visto que los coches del futuro andarán incluso sin que se «conduzcan»…serán como una especie de cápsulas tecnológicas..

    que los móviles te los puedes ondular- doblar como de «brazalete»…
    que los drones- surcaran los espacios: trayendo/ llevando cosas?- etc…

    es decir, la tecnología bien utilizada nos puede proporcionar muy alta «calidad de vida» entre otros «factores» a tener en cuenta….claro!

    Así que Gobierne quien gobierne..habrá que explorar-explotar esos recursos que tendremos, junto a Ecología etc..
    aminorar guerras etc..y acabar al menos con el «hambre»..Al menos..
    y, esta sería mi confesión: Refugiados/ Religión: está estupendo y es casi un «deber» atender a las personas, pero la prevalencia de los DDHH hay que «exigirla» en cualquier religión o confesión: porque, sin hacer apología de «islamofobia» Ingenuidad Cero: cerca de 20 años he convivido con esa religión (familia multicultural) y, vamos a ver!! Casi la palmo!!: un Imponer su ideología religiosa Cómo fuera o fuese, un Imponer que se tuvo que recurrir a Instancias Judiciales para, incluso «alimentar» a la descendencia: así que, Integración en otra «tierra» e Imposición (con miedos etc)..ninguno!!- e, ingenuidad cero..Frente a Otras Culturas..con «buenismos» no llegamos ni al Otoño;
    Hablo desde mi experiencia, e invito a otras personas de otras culturas expongan..opiniones..si quieren;
    Y lo dicho con religiones (las que sean) lo mismo con cualquier integrismo (económicos..p.e.)…

    O se tiende a implantación de DDHH En casi todas partes..o no saldremos de la «prehistoria humana» ni soñandólo!!

    Perdón erratas posibles.

  10. Manu Oquendo dice:

    El subtítulo del artículo termina con el siguiente texto: «… un panorama económico que hará poco viable para la mayoría seguir refugiándose en sus propias expectativas de aumentar su particular poder adquisitivo y su capacidad de consumo,…………. ¿en qué podremos basar nuestra confianza en el futuro?»

    Poco a poco se va comprobando la tesis de que desde el final de los Golden Years de Occidente ( desde la reconstrucción de la Postguerra hasta 1970-71) se ha venido produciendo un empobrecimiento paulatino de sus clases medias trabajadoras.

    Es la tesis de la Profesora de Harvard Elizabeth Warren (hoy senadora por Massachussetts) https://www.youtube.com/watch?v=SFq-YYZ58SI que junto a otros muchos datos –perfectamente comprobables por cualquier persona con edad y memoria– está cada día más en la mente de la gente porque la evidencia comienza a ser apabullante por mucho que el Sistema de Poder (Medios Incluidos) trate de disimularlo.

    El comentarista D. Josep Mª Turuguet arranca con una curiosa sentencia: «Creo que para esto hay dos perspectivas posibles. O somos humanos desde algún Origen. O somos humanos hacia algún Destino»

    Quizás haya más perspectivas posibles.
    Por ejemplo, –sin entrar en la definición de humano que se las trae–, la de la evidente unicidad entre origen y destino cuando son vistos como trayectorias en vez de como antípodas estructurales.

    Y si, como plantea la física de cuerdas (Kaku, 2007), realmente la esencia del ser biológico (lo perceptible) consiste en ser Sigma de funciones de ondas compuestas por entes inmateriales por debajo del tamaño de Planck, al tratar de definir la vida –como sugiere la Sra Cabarrush– nos encontramos con un interesante problema que el Ferrater- Mora no resuelve ni en las diez páginas de su diccionario filosófico sobre el concepto de vida.

    Esta es solo una pequeña parte de lo que el artículo provoca como caminos de búsqueda.

    Termina el Sr. Turuguet Salgado …………»Si hay algún Dios por ahí, seguro que se pondrá muy contento y exclamará “¡Estos son mis hijos!”.

    Hombre, D. Josep Mª, ¿lo duda?

    Quisiera cerrar este breve con un recordatorio de la mano de Michael Mann. 1942. Sociólogo, U. de los Ángeles.

    1. Michael Mann es autor de la obra “The Sources of Social Power” que analiza la cuestión del PODER –desde la Prehistoria hasta el año 2011– en 4 volúmenes. Los 3 primeros ya traducidos a la gruesa rama del Provenzal que hoy conocemos como Español– y el último volumen, de 2014, está a punto de hacerlo.

    2. Mann Estructura el Poder Social sobre Cuatro Pilares. Poder………..

    1. Militar
    2. Político
    3. Económico
    4. Ideológico

    3. Los tres primeros no son accesibles a la sociedad civil: El Demos. El cuarto, las ideas, sí lo es. Es nuestro territorio natural (si se nos permite)

    Es evidente que los 4 Pilares son Medios para la Estructura del Poder: Si esta cambia, los medios serán otros.

    Lo que no es posible es alterar los «medios» sin cambiar la Estructura del Poder y hoy seguimos funcionando bajo los mismos presupuestos de Marsilio de Padua (Siglos XIII y XIV) ………….Plenitudo Potestatis.

    En otras palabras: debiéramos por lo menos contemplar la hipótesis de que para alterar las Estructuras de los Medios hay que cambiar antes la propia naturaleza del Poder.

    De no ser así estaríamos ante una tarea imposible: Intentando Cambiar resultados reforzando la causa de los actuales.

    Saludos cordiales

  11. Rosae dice:

    Me expresaré como quiero que así me place: Gracias por tus comentarios, Oquendo…son Geniales y esclarecen a veces..

    Yendo un poco a lo sencillo, donde radica ría el «poder» en las sociedades humanas?-
    Y, cual sería ese poder?-…

    Para mí que el poder es el de «hacer el bien o el mal» a un@- a otros… (básicamente)..
    Y, desde donde nace o tiene su raíz: en nuestro interior?- o conciencia? – o alma-etc..?-

    Somos seres en relación?- ante tanto encorsetamiento- opresión de un@s para otr@s…cómo hacerle?-
    Todo anida en cada interior (opino) y es, desde ahí desde donde hay que «resolver»…
    No es fácil cuando nos han «programado»para las guerras- el tú más- el depredarnos- unos con otros..etc..

    Dicen que cuando la guerras de Cuba: se instaba a la gente a ir allá (a morir) o, habría represión sanciones…bien,
    Cada cual es perfectamente libre de decidir si ir o no?- en aquel entonces?-
    Yo creo que sí!!-
    Pues así es en todos los órdenes de la vida mientras por este mundo andamos..aunque Nos cueste creerlo.

    Bueno…reflexionemos para mañana..si votar o no y a quién!!

  12. Teresa Cabarrush dice:

    ¡Lo más Grande que existe la maravillosa Universalidad de la Vida con sus distintas pinceladas de colores!

    https://www.youtube.com/watch?v=oag1Dfa1e_E

  13. Franc dice:

    La respuesta a su pregunta es ‘no’. Observe el presente desde la perspectiva de hace una década, o dos, o tres. No hemos llegado a donde anticipábamos. Estamos en otro sitio. Mejor, peor, quien sabe, pero distinto, seguro. Si el salto es de un siglo, no hay pronostico que se haya cumplido o se cumplirá.

    Disculpe mi pobre castellano. No lo hablo desde chaval.

  14. O'farrill dice:

    Al hilo del artículo y de los comentarios, lo único que se me ocurre es tratar de simplificar el tema:
    Dios (o dioses).- Seres desconocidos en quienes el imaginario social de cada pueblo y cultura necesita creer por su trascendencia terrenal. Mitos convertidos en realidades a través de las religiones.
    Religiones.- Conjunto de creencias y ritos que sirven para formar ideológicamente a las personas. Al final tienen sus seguidores y detractores y producen conflicto cuando son llevadas a extremos de fanatismo.
    Humanidad.- Conjunto de gentes, pueblos y razas cuyo origen y procedencia sólo podemos tratar de explicar con mayor o menor fundamento. Son seres vivos y por tanto están sometidos a imperativos de nacimiento, reproducción y muerte final.
    Estado.- Es una construcción humana surgida de la necesidad de convivencia social en relación con la complejidad de esa convivencia. Hay múltiples formas de organización social y, en todas ellas, late ese sentimiento de convivencia.
    Política.- Es el conjunto de asuntos que conciernen a la convivencia social y a los muchos y diferentes intereses de los ciudadanos. Por ello se dice que «todo es política».
    Partidos.- Intento más o menos acertado de organizar a los ciudadanos de acuerdo con intereses específicos a través de ideas o idearios.
    Sociedad.- Conjunto de ciudadanos regidos por normas consensuadas por la mayoría. Tiene sus propios «herejes» que buscan formas de vida alternativas y las proponen con mayor o menor fortuna.
    Instituciones.- Organización política y administrativa de los asuntos sociales para, en la medida de lo posible, satisfacer a los ciudadanos….
    Como señala Manuel son demasiadas cosas que están empezando a cuestionarse por los «herejes» incómodos de siempre y que intentarán mantenerse por los que tienen intereses en ellas.
    Un buen debate. Saludos.

  15. O'farrill dice:

    Con un poco más de tiempo retomo la pregunta del autor: «…. ¿en qué podremos poner nuestra confianza en el futuro…?». En nuestra libertad de hacer y deshacer, en acertar y equivocarnos, en hacer de nuestras respectivas vidas algo más de lo que hacemos ahora.
    No podemos «esperar a Godot» para resolver nuestros problemas, porque sólo nosotros los conocemos a fondo para afrontarlos.
    Alvin Toffer habla de las «olas» o ciclos en que nos vamos desenvolviendo. Galbraith dice que estamos en la «era de la incertidumbre» porque el futuro que antes era previsible, ha dejado de serlo. Es entonces un reto a la Humanidad en su conjunto corregir rumbos equivocados, por mucho que se nos ordene seguirlos. Desmontar toda una mitología que ya no nos sirve y acertar a diseñar nuevos caminos de paz y convivencia.
    Hobbes y Rousseau están enfrentados. El «lobo para el hombre» contra el «buen salvaje» nos obligan a elegir a diario entre el egoísmo y la solidaridad, entre la violencia y la paz, entre la ética y la mentira, entre la libertad y el miedo a la misma que dice Fromm.
    Nuestras creencias serán aquellas que nos reconforten individualmente, nuestras esperanzas estarán en relación con nuestra confianza en nosotros mismos, nuestro futuro será el que sepamos construir, nunca el que nos construyan otros por muy buenas que sean las intenciones. Somos únicos y diversos porque tenemos «alma» y el «alma» de cada uno no puede (afortunadamente) localizarse ni sustituirse por un «chip».
    En el momento que desechemos lo superfluo inmediato por lo trascendental en el tiempo y sepamos discernir adecuadamente, el futuro será nuestro para seguir otros rumbos diferentes. ¿Seremos capaces de hacerlo? Esa es la cuestión.

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