En una escena de los Simpsom, el señor Burns, dueño de la central nuclear y hombre más rico de Springfield, se vuelve hacia su asistente, Smithers y le pregunta que qué tal va el negocio, a lo que este responde: “estupendamente jefe,  pero gracias a nuestra ingeniosa contabilidad este año solo tendremos que pagar dos dólares de impuestos”. Indignado, Mr Burns le replica: “¿Se da cuenta Smithers? ¡Nos roban!”.

Cuando vi por primera vez la escena me hizo mucha gracia el término “ingeniosa contabilidad”. Yo entonces era un recién llegado al mundo laboral, trabajaba en esos temas y me resultó maravilloso el resumen que se hace, en medio minuto, de cómo funcionan de verdad las cosas, quedando perfectamente reflejado lo que puede dar de sí una “creativa” aplicación de los principios contables en manos poco escrupulosas: en el mundo empresarial o en el de las grandes cifras macroeconómicas, con una “ingeniosa contabilidad” puedes justificar cualquier cosa.

Supongo que es achacable a la vaguería de ciertos profesores, pero en la Universidad (al menos donde yo estudié) la corrección de los exámenes solía ser extremadamente rigurosa, y un pequeño error al principio de un problema en el cálculo de un número te llevaba directo al suspenso. Daba igual lo bien razonado que estuviese después el problema en su conjunto, o que todos los pasos siguientes estuviesen correctamente planteados: si te equivocabas en algo, por muy  tonto que fuese el fallo, estabas suspendido. Como no tenían otra justificación (habría sido más fácil decir: “tengo mucho trabajo: en cuanto que encuentro un pequeño fallo dejo de leer y paso al siguiente examen”) te decían que en el mundo real un fallo así podía hacer que se cayese un avión o llevar a una empresa a la quiebra.

Eso es lo que te hacen creer en la universidad: que en el mundo laboral se es riguroso, pero cuando dejas de estudiar y te encuentras con cómo funciona el “mundo real”, lo primero de lo que te das cuenta es de la falta de rigor que existe. Los arquitectos tienen el dicho de que “los edificios tienen una inexplicable tendencia a mantenerse en pie”, y lo mismo es aplicable a las cuentas de las empresas (o de los países).

Lo disfrazan de rigor: vienen los hombres de negro y tratan de hacernos creer que los libros de las empresas, de los bancos, e incluso de los países, muestran unas cuentas que reflejan la realidad; pero los números, torturándolos correctamente, pueden decir lo que tú quieres que digan. Y de hecho lo hacen….

¿No te lo crees? Si no te vale de ejemplo cómo Grecia trucó sus cuentas durante años, engañando a todos sus socios europeos, te voy a poner otro: en octubre del año pasado el “infalible” y “riguroso” gobierno alemán encontró, de repente, 55.000 millones de euros que se habían “perdido” por culpa de un error contable, lo que permitió a señora Merkel reducir de golpe el endeudamiento de su país 2,6 puntos. Así, de la noche a la mañana, Alemania se despertó siendo 55.000 millones más rica de lo que era el día anterior. Un contable alemán había perdido por el camino 55.000 millones de euros… ¡y se enteraron meses después! Si Rajoy consiguiese sacarse de la manga un as parecido a lo mejor los empleados públicos podrían cobrar la paga de navidad y no habría que cerrar ningún hospital. Pero lo dudo.

¿Otro ejemplo? La crisis de Bankia, se desató porque el auditor independiente (que por otra parte, no puso ninguna pega cuando la entidad iba a salir a bolsa) se negó a aceptar unas cuentas en las que el banco decía haber tenido unos beneficios de 305 millones de euros. Cuando se fue Rato y llegó el nuevo gestor, se destaparon mágicamente unas pérdidas de 2.979 millones de euros. ¿Qué había pasado? ¿Acaso nos mentían cuando decían que ganaban dinero?

Claro que nos mentían, pero cuando todo va bien, no pasa nada, unas mentiras contables se tapan con otras y nadie se entera, ni le importa. Además, todos sabemos que generalmente, cuando no nos mienten, simplemente no nos cuentan toda la verdad.

¿Pero por qué nos mienten? Es sencillo: si tu sueldo, como el de la mayoría de los banqueros, tiene un alto porcentaje que depende de tu bono, y este de los beneficios de las operaciones que llevas a cabo ¿no vas a hacer lo posible para que parezca que todo va bien? Con un poco de suerte cuando se descubra el cotarro, tu ya estarás en tu dorado retiro… tal vez te hagan ir a alguna inútil comisión de explicación en el parlamento, pero es un mal menor.

Otra muestra de lo que te digo: pocos meses antes de quebrar Lehman Brothers y traer el infierno a la tierra (casi literalmente) el gigante norteamericano de la banca de inversión anunció los mejores resultados de su historia. Como lo oyes: ¡los mejores resultados de su historia justo antes de quebrar! Para más inri, solo un poco antes de que el mundo viese a través de la televisión a los empleados del banco salir de este con todas sus cosas en cajas de cartón, el FMI en su informe anual les había felicitado, a ellos y al resto sus colegas de la Banca de Inversión, por los “creativos instrumentos financieros  desarrollados (las hipotecas basura entre ellos), que permiten dinamizar la economía”.

No sé a vosotros, pero a mí cuando los banqueros se ponen “creativos” me entran escalofríos…

La crisis que tenemos encima es real, pero nació como crisis financiera y en el caso concreto de España, el componente financiero es importantísimo. Así, cuando nuestro ministro de economía negoció el rescate de la banca española (a la que ya se ha ayudado con 105.000 millones de euros) uno de los puntos clave de la negociación fue conseguir que estas ayudas no contasen como déficit. Tú y yo lo vamos a tener que pagar igual, pero el hecho de que ese dinero se cuente en un sitio o en otro hace que las cosas cambien mucho. Por ejemplo: la OCDE hizo públicas unas previsiones desastrosas para la economía española, y el Gobierno dice que los números salen tan feos porque el organismo internacional contabiliza los datos del rescate bancario y no deberían hacerlo, porque son un desequilibrio que desaparecerá por sí mismo cuando los bancos devuelvan el dinero (me encanta el sesgo optimista de nuestros políticos, por cierto; ¿de verdad creen que vamos a recuperar todo el dinero que estamos poniendo?: lo dudo).

Si no tienes formación económica puede que no lo entiendas, y creas que las cosas son más fáciles que todo eso: si ingresas más de lo que gastas te va bien, y eso se notará en tus cuentas de resultados, si por el contrario gastas más de lo que ingresas, te irá mal, y también se notará en tus cuentas. Pero en este caso en concreto, al tener que cumplir el Gobierno las condiciones impuestas por Bruselas, si se cuentan los muchos miles de millones del rescate a Bankia como déficit del Estado, si se contabiliza el dinero de los rescates al mismo nivel que el resto de los capítulos de gasto, se tiene que “recortar” de alguno otro lado (educación, sanidad o pensiones, por ejemplo).

Así, al final,  el que la contabilidad de las cajas haya sido “muy ingeniosa” durante años y que tanto los auditores independientes como  el Banco de España hayan hecho muy mal su trabajo ha hecho muy rica a gente como Blesa y te va a hacer aún más pobre a ti.

No creo en la supervisión excesiva; soy partidario de un Estado lo más pequeño posible, pero exijo del Estado que, con la cantidad de dinero que me quita con sus impuestos, al menos me dé los servicios que se le exigen, y uno de los servicios que le exijo a un Estado es que, igual que me dice que su policía me protege del ratero que me puede robar 20 euros, me proteja de los abusos de los que juegan con los números y luego, cuando esos números ya no se pueden torturar más y se cae el chiringuito, se escapan con el botín.

Un comentario

Una respuesta para “¡NOS ROBAN!”

  1. De verdad..sin ser economista ni na de na..
    Simpre hay dinero,para los que simpre tienen, dato curioso no?,
    tan lumbreras e inteligentes los grandes magnates y contables, cómo tanta crisis-tanta guerra?,
    y que pasa que si no salen unas cuentas…pues se hacen otras, y los bancos?..estafando y robando y a golpe de interés extorsionando y aquí no pasa nada?…..

    Prefiero girar hacia la ida. Lo tengo claro….en mi opinión el capitalismo es igual a cataclismo humano..y por ello a una crisis detrás de otra..y eso de que no hay Dinero—vamos ya!!!!, lo que hay es mucha gana de ver a la gente pero que muy mal en claro Benefico de cuatro pirados de atar que en un futuro no demasiado lejano se rán juzgados por crímenes de lesa humanidad por anteponer el capital a la Vida Humana y hacernos creer además que es la única alternativa que tenemos. Venga ya, joeeeerrrr!!!!!

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