Si de los primeros Tribunales Constitucionales de nuestra democracia podía afirmarse que estaban integrados por un elenco de los mejores juristas, esto hoy -con sus excepciones- no es así. Y así nos luce.
El Tribunal Constitucional ha dictado recientemente dos importantes Sentencias. Una de ellas ha tenido una amplia difusión y la otra ha pasado desapercibida. Como casi siempre, la segunda es la verdaderamente importante.
La primera de ellas declaró la inconstitucionalidad de la disposición adicional del Real Decreto-ley 12/2012 que aprobó la llamada amnistía fiscal.
De la segunda sólo conocemos alguna filtración en prensa según la cual el Tribunal Constitucional habría tumbado los preceptos clave de la Ley de garantía de la unidad de mercado.
Los Tribunales Constitucionales tienen por misión, entre otras, la de hacer de legislador negativo, borrando del ordenamiento jurídico aquellas leyes contrarias a la Constitución.
Las Constituciones deben delimitar un terreno de juego lo suficientemente amplio como para permitir que Parlamentos y Gobiernos de muy diverso signo político puedan llevar a cabo sus programas. En este sentido, deben reconocer un margen amplio en el que sea posible desarrollar muy diversas opciones políticas.
Pero las leyes no son lo que dicen sino lo que los jueces les hacen decir. Y si esto es verdad para cualquier ley, mucho más lo es para leyes tan ambiguas e imprecisas como las Constituciones. Respecto de estas, puede afirmarse con mucho más énfasis que sólo son lo que el Tribunal Constitucional diga que son.
Y las dos Sentencias con las que comienza este post son un ejemplo de lo anterior.
La amnistía fiscal se aprobó inicialmente a través de un Real Decreto-ley, aunque después se tramitó y aprobó como ley formal por el Parlamento. Lo único que se discutía en el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por diputados del PSOE era si dicha amnistía podía hacerse o no por decreto-ley.
A pesar de que en el esquema clásico de la división de poderes se reservaba al Parlamento el monopolio del dictado de leyes, pronto todas las Constituciones autorizaron al Ejecutivo para dictar, en determinados casos, normas con la fuerza de una ley.
Es el caso de los decretos-leyes, que puede dictar el Gobierno en situaciones de extraordinaria y urgente necesidad, pero que, entre otros límites, no pueden “afectar” a los “derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I”. Aquí la palabra clave que debía interpretar el Tribunal es la de afectar. Si se entendía como incidir directa o indirectamente en algo, el decreto-ley se convertía en un instrumento inservible, ya que cualquiera que pudiésemos imaginar estaría afectando al amplísimo listado de derechos y principios rectores recogidos en el Título I de la Constitución, entre los que se encuentran, no sólo los derechos fundamentales clásicos, sino la “libertad de empresa”, la protección de la salud, el acceso a la cultura, el medio ambiente o el derecho de propiedad, entre otros.
En relación con la propiedad se planteó uno de los recursos más importantes ante el TC, con ocasión de la expropiación por el Gobierno socialista de Felipe González de la primera RUMASA por Decreto-ley. Se dice que el propio Felipe habría presionado al entonces Presidente del TC para que el Tribunal dijera que la expropiación no afectaba al derecho de propiedad, entendiendo el verbo afectar como regular con carácter general una institución o los elementos esenciales de la misma.
Esta doctrina se ha venido manteniendo desde entonces y en la Sentencia de la amnistía fiscal el TC considera que habría resultado afectado el “deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos”, deber fundamental recogido en el título I de la Constitución.
Y decía al principio que esta Sentencia no era importante porque no tenía ninguna eficacia jurídica -aunque sí pueda tenerla política-, ya que la amnistía fiscal se tramitó inmediatamente como ley del Parlamento que sustituyó al decreto-ley hoy declarado inconstitucional; el TC dejó transcurrir el plazo de prescripción de la deuda tributaria antes de dictar su Sentencia; y, por si fuera poco, la propia Sentencia deja intactas las “situaciones jurídico-tributarias firmes producidas a su amparo”, que no podrán ser revisadas. Es decir, la Sentencia no tiene ninguna consecuencia práctica, más allá del sofoco en que deja al Ministro de Hacienda.
En cambio tiene importancia -y mucha- la Sentencia de la Ley de unidad de mercado, de la que se ha filtrado el fallo, pero todavía no conocemos su redacción. Esta Ley aspiraba a revertir la fragmentación del mercado nacional que habían provocado los 17 legisladores autonómicos desbocados, tratando de conseguir algo tan sano como la libre circulación de profesionales y servicios por todo el territorio nacional. Para ello establecía la licencia o autorización única, que suponía que si alguien obtenía permiso para prestar servicios en una Comunidad pudiera hacerlo en el resto de Comunidades Autónomas.
La Constitución atribuye al Estado la competencia para regular las bases sobre un listado de materias, pero no define qué se entiende por bases. Ha sido el TC quien ha dicho que por bases ha de entenderse lo esencial, lo nuclear, debiendo quedar siempre un margen de desarrollo a las Comunidades para que puedan establecer políticas propias. Claro que decir que lo básico es lo esencial es como no decir nada y, por tanto, el TC, en cada caso, debe decidir si el Estado se ha pasado o no. Y el TC ha hecho decir a la Constitución que garantizar la libre circulación de profesionales y servicios excede de lo básico e invade competencias autonómicas, en cuanto impide a las Comunidades establecer requisitos adicionales para quienes quieran prestar servicios en su territorio.
Con esta Sentencia el TC está dibujando nuestro modelo de una forma más decisiva que los propios constituyentes (el pueblo soberano). Estos dieron unas pinceladas, unos trazos difusos. El TC ha pintado el cuadro. Y el cuadro nos está saliendo regular, teniendo cuenta que lo que es del más elemental sentido común parece no caber en la Constitución.
Tened en cuenta que lo que el TC ha hecho decir a nuestra Constitución es que en España es imposible lograr la libertad de circulación de bienes, profesionales y servicios que se encuentra en la base de la propia Unión Europea.
Obviamente esta Sentencia supone un verdadero cataclismo de consecuencias difícilmente predecibles para la economía patria. Según la memoria económica de la Ley, la reforma tenía tal calado que se estimaba que pudiera suponer un aumento de más del 1% anual en el PIB. Quienes estuvieron en la gestación de la Ley cuentan que los políticos catalanes que participaron en la negociación -os recuerdo que fue la Comunidad catalana quien recurrió la Ley-, aunque públicamente protestaban de la invasión competencial, en privado estaban encantados con la posibilidad de eliminar barreras a la venta de productos y servicios catalanes por todo el territorio nacional.
La moraleja de todo esto -si es que la hay- es que no todo lo que mete ruido es importante y que suele serlo más lo que pasa desapercibido. Se desvía la atención hacia la mosca que zumba sin sentido, mientras el terremoto conmueve los cimientos. Como hemos dicho otras veces, un estado de alerta ciudadana es esencial en una democracia.
Pero una reflexión más de calado sería que la calidad de las personas que pueblan nuestras instituciones es determinante. La configuración del modelo depende más de las pinceladas que vayan dando esas personas, que de los propios textos. En los últimos tiempos, el TC y otros órganos esenciales se han nutrido del reparto de cromos entre los grandes partidos. La disputa de los partidos para ocupar cada vez más espacios de poder ha arrinconado al mérito y está suponiendo un verdadero deterioro de la calidad de las políticas y de las decisiones. Y este deterioro del entramado de poder que dirige nuestro país es el principal problema que tenemos.
Gran artículo. Demasiado grande para este momento histórico.
Un saludo
Hola Manu, si todavía no lo ha hecho, le recomiendo mucho leer la breve reseña que JFV ha colgado en NeG
http://nadaesgratis.es/fernandez-villaverde/la-violencia-el-gran-nivelador
del libro «The Great Leveler» de Walter Scheidel (recordará que meses atrás usted hizo referencia al libro en un comentario). Por cierto, el párrafo de la reseña referido a lo que está ocurriendo en el mundo actual requiere mucho más detalle y análisis, pero JFV apunta a algo esencial para entender lo que ésta ocurriendo.
Hola Isaac. La democracia constitucional eficaz es aquella en que el ámbito del poder coercitivo legítimo del estado-nación está claramente delimitado y en que el ejercicio de ese poder está en primera y en última instancia asignado a quienes han sido elegidos por votación popular directa o indirecta. El primer requisito es esencial para proteger derechos de todos, pero en especial de la minoría, y el segundo para promover intereses legítimos de la mayoría. Ninguna democracia constitucional, sin embargo, cumple esos dos requisitos. Ni el ámbito del poder está claramente limitado y no todos los que ejercen ese poder son elegidos por votación popular. No importa los argumentos que se hayan dado para no cumplir esos dos requisitos, lo cierto es que no se cumplen y en consecuencia las democracias constitucionales han estado expuestas a las ambiciones de políticos que buscan más poder —extendiendo su ámbito de poder y concentrando poder— y también a las ambiciones de quienes no teniendo poder legítimo obtienen beneficios de los titulares de poder a través de sobornos (por ejemplo, amigos y financistas de su actividad política) o de extorsiones (por ejemplo, funcionarios militares y civiles de alto nivel, y propietarios y editores de medios masivos de comunicación). Aunque mucho se ha discutido cómo corregir esas deficiencias, poco se ha conseguido.
Dado lo anterior, no sorprende que en España la crisis económica haya precipitado demandas por cambios en la institucionalidad de la política y el gobierno. Aunque en los últimos 500 años esa institucionalidad ha cambiado mucho, hoy sigue estando lejos del ideal de una democracia constitucional eficaz. La institucionalidad post-Franco fue producto de la urgencia —incluyendo una fuerte presión europea— y postergó el debate serio (en España se habla y escribe mucho, muchísimo, pero se debate poco, poquísimo). Por suerte las nuevas demandas por cambios no han sido satisfechas porque no habrían sido cambios razonables, hacia una democracia constitucional eficaz. A pocos gusta lo que hay, pero las divisiones internas son fuertes y no debe sorprender que no haya acuerdos por en diagnósticos y propuestas. Peor, no parece que en el contexto externo de España se vayan a producir cambios que favorezcan un acuerdo interno por cambios razonables. Sólo la intensificación del conflicto interno por la “independencia” de Cataluña podría forzar cambios, aunque todo indica que no serían razonables.
Su post debe verse en ese contexto. Los dos casos mencionados recuerdan lo lejos de que se está de una democracia constitucional eficaz —el primero por cómo el TC ha manipulado su fallo cuando habría sido suficiente reconocer el decreto-ley como un simple abuso de poder que terminó cuando se aprobó la ley, el segundo por cómo el TC estaría queriendo imponer su criterio en una cuestión de competencias internas a España ignorando principios de la UE que se suponen vinculantes para los países miembros (insisto: en el segundo caso lo criticable es ignorar estos principios). No me sorprendería que muchos reaccionen al post a partir de sus posiciones personales sobre las cuestiones de fondo (sí, muchos españoles están en contra de la amnistía fiscal cuestionada y del mercado único), pero precisamente el oportunismo de quienes quieren sacar provecho de las deficiencias institucionales debe ser advertencia de que mañana otros tratarán de aprovechar sus oportunidades y bien pueden optar por alternativas opuestas a los intereses de quienes hoy aplauden al TC. En EEUU, Obama abusó de su poder sin ser cuestionado por su Partido y sus cómplices, pero ahora que Trump amenaza con abusar del poder heredado de Obama las denuncias de sus oponentes causan risa.
Más importante, los dos párrafos finales del post son lamentos que no serán escuchados. Ni la masa electoral estará alerta a los muchos abusos de poder y sus causas y consecuencias porque la gran mayoría de políticos y cómplices que denuncian abusos han perdido credibilidad si es que alguna vez la tuvieron (no por la posverdad sino por su falsedad). Ni los políticos y los funcionarios serán alguna vez (no creo que lo hayan sido siquiera accidentalmente) leales servidores de una democracia constitucional eficaz.
Nota: Hoy leí esta entrevista al colectivo «Sansón Carrasco»
http://www.libremercado.com/2017-07-02/entrevista-sanson-carrasco-contra-el-capitalismo-clientelar-las-normas-tienen-que-ser-iguales-para-todos-1276601827/
y me quede pensando lo poco que parece aportar el nuevo libro «Contra el capitalismo clientelar». Buscando me di cuenta que el libro anterior del colectivo «Sansón Carrasco» era parte del libro «La España posible» que parece haber tenido poca importancia. El ruido inicial de estos libros parece que dura un par de días.
Hola Isaac, el segundo caso me ha interesado porque plantea el típico problema de competencias entre niveles de gobierno en una estructura vertical –en este caso, entre UE, España y las Comunidades. La importancia que a nivel de UE y a nivel de España tiene el principio de la unidad de mercado es –quiérase o no– diferente porque los órganos encargados de protegerlo y promoverlo tienen que tomar en cuenta valores distintos cuando ponderan ese principio en sus decisiones; en otras palabras, por más que sea un principio importante en ambos niveles, cada nivel debe ponderar qué sacrifica para protegerlo y promoverlo y sus sacrificios inevitablemente serán distintos. El problema se agrava cuando se llega a nivel de Comunidades porque el principio de unidad de mercado no es algo que las Comunidades deban proteger y promover sino una simple restricción a lo que pueden hacer en su ámbito de acción –y obviamente cuanto más estricto el cumplimiento del principio a niveles superiores, mayor la limitación a su ámbito de acción. El TC es árbitro del cumplimiento de esta restricción a las Comunidades y en principio debería hacerla cumplir, pero como siempre en cualquier cuestión jurídica hay excepciones. No he tenido tiempo para leer la sentencia (https://www.tribunalconstitucional.es/NotasDePrensaDocumentos/NP_2017_044/2014-1397STC.pdf ) y no me queda claro qué excepción ha invocado el TC. Agradeceré su aclaración de este punto.
Don Issac
Excelente y complejo artíuculo, como dice Manu. Recuerdo la LOAPA, cuanto nos habríamos ahorrado si el TC hubiera decidido, de manera extraña, otra cosa.
Soy de ciencias.. así que el mundo del Derecho y sus sutilezas.. pero no soy idiota, y se que con la LOAPA muchos de los lodos/lodazales actuales no los tendríamos porque nos habríamos ahorrado los polvos.
un cordial saludo
Desde hace tiempo una singular, (por llamarlo de alguna manera), manera de contemplar el acceso laboral a los servicios públicos (“ofertas públicas de empleo”) mediante “concursos-oposición), se pone en evidencia cuando la convocatoria procede de las Comunidades Autónomas y no del Estado Central.
Así tenemos, por ejemplo, que para acceder a una plaza institucional en la Comunidad de Madrid, no entra como requisito excluyente hablar “el castizo”.
En todo caso, si se debe conocer y hablar el “español”.
Y se pueden presentar todo aquél que cumpla el resto de requisitos concretos de ese concurso, independientemente de la región o zona del territorio español del que proceda.
Con lo cual, aquí, las oposiciones son multitudinarias…y es normal, viene gente de todo el territorio español, es la Comunidad que alberga la capital y los centros e instituciones gestores del Estado más importantes.
Lo que no encuentro tan normal, es que, para instituciones como la “sanitaria”, en otras comunidades, como en Cataluña, se pida conocer y hablar el “catalán”, con lo cual, como es natural, alguien de esa región puede acceder a plazas en Sanidad (en este caso), en la mayor parte del territorio nacional, pero un madrileño, que no conozca el catalán, no tiene acceso una plaza pública de la Generalitat, como médico o enfermero, en Cataluña.
Supongo que puede haber instituciones ligadas de tal manera a la Autonomía, que por definición, exija el conocimiento de una lengua local para afianzar su funcionamiento, como garante y protector de ciertas “identidades”.
Pero el que se quiera llevar esa significación a áreas como son servicios esenciales, esta´ indicando que se quiere realizar desde hace tiempo una desconexión en la población, mucho más radicalizada….y qué mejor manera de alentar el desafecto y la incomprensión, que incidir en la comunicación, alimentar el no entendimiento….dividir a través de aquello que es el elemento evolutivo más interesante en el ser humano: el lenguaje.
Y esto se lleva haciendo hace mucho tiempo….sin ningún quebranto ni aspaviento por los gobiernos centrales, sin mencionarlo siquiera…, de forma insidiosa, van apareciendo pequeñas…o no tan reducidas, normativas, instrucciones, a nivel local y estatal también.
Letras pequeñas que se sabe nadie va a leer, a no ser que le afecte directamente.
¿Por qué ese aparente mirar para otro lado sobre el problema de la nacionalidades?, o ¿a lo mejor no ha sido así, y se han ido solventando enfrentamientos y/o sosteniendo o dejando caer gobiernos, a base de ir afianzando sentencias, donde la inopia política de los ciudadanos, ha facilitado una carencia prácticamente total de cualquier tipo de cuestionamiento?.
Apreciada Loli
Por desgracia cuando nos fijamos en el rosario de desatinos, ilegales, pero da igual de algunas Taifas nos preguntamos ¿como es posible que sea ello posible?
Comentas el caso de las lenguas, y el cómo suponen un fitro, además ilógico. Porque allí se da el caso de que en cirujanos se valora mas que el nivel de catalán o euskera sea el C, que años de labor. Como si a los pacientes lo que mas les importara .. y lo de vigilar que lengua hablan los niños en los recreos, etc, etc.
En el caso de las enfermades raras, las Taifas mas pobres no pueden enviar sus enfermos a los hospitales de las ricas, o les hacen la vida imposible con mil requistos.
Y en el traslado de enfermos se ha llegado a dar el caso de que salga un ambulancia de la Taifa A y se cite con otra de la Taifa B en el límite fronterizo para proceder al traslado de una a otra del paciente.
Pero en el caso de las Taifas mas pobres, las de menor renta per cápita, resulta surealista ver cómo se defiende (en la propia Taifa) que la renta de las mas ricas se quede en ellas, impidiendo que los impuestos recaudados a los ciudadanos residentes allí salgan fuera para formar parte de una bolsa común a los de toda España. Y que esto lo defiendan gentes presuntamente socialistas..cuando en las mas ricas lo que se defiende encubiertamenta es el concepto de una burguesá astracanada en la mejor tradición carlista.
Todo ello se tolera simplemente porque quienes tendrían que defender cierto criterio nacional, español, o cómo se lo quiera llamar, los tradicionalmente PP y PSOE que desde la transición han sumado mas 300 escaños hasta las últimas elecciones necesitan la «legitimidad» de las Tifas mas discólas para que su modelo en las restantes se mantenga.
Cómo podría la sanidad andaluza, madrileña, extremeña o cántabra (por decir unas cuantas) justificar su derecho de pernada en sus propias contrataciones, previos interinatos a dedo, sin la existencia de las Taifas vasca o catalana.
La existencia de las Taifas Catalana y Vasca justifica la existencia de las otras 15. Y no se hará nada ni desde el poder central y ni desde las otras Tifas que dañe esa «legitimación» por injusta, surrealista y delirante manera que se proceda en ellas.
El problema no son esas 2, el problema son las otras 15 que viven de que existan esas 2.
Un cordial saludo
Sí, quizás el artículo de Isaac esté poniendo en evidencia, no solo lo tremendamente sencillo que es, en nuestro modelo actual, desviar la atención ciudadana de la cuestiones que verdaderamente van a tener un impacto fundamental en nuestras vidas, sino también, y considero que es de lo más significativo, cómo lo estamos dejando hacer y «pasar», si no de forma más o menos consciente, sí que de manera «indolente».
Algo tan fundamental, cómo es la comunicación, el lenguaje, una propiedad que posibilita la interacción, la construcción de ideas, el pensamiento…y finalmente la acción, se utiliza, en nombre de algo tan «a las claras», manipulador, como es la protección de las características singulares de un idioma, para dividir y confundir.
No se protege, creo yo, una lengua, con toda la riqueza que guarda su configuración singular, aislándola y procurando darle una significación excluyente, por supuesto tampoco reprimiéndola y castigándola.
Pero en esos dos supuestos, se manipula y confunde a la gente, sobre todo cuando nosotros, esa gente, no estamos dispuestos a realizar ningún esfuerzo por enterarnos bien de cuál es el funcionamiento del aparato político, del cual se supone somos los principales actores.
Así, es cierto que el mensaje de que nuestra «peculiaridad» tiene origen y fin en nosotros y nuestro «terrenito» particular, y que además es el mejor y más importante que el resto, inclusive que cada «identidad» nacional en este sentido es el principio de todo vestigio cultural y civilizador del resto, pues parece que da lugar a esa situación que plantea Ud. de reinos de Taifas, donde, finalmente, el ruido es el rey….y lo que realmente va a definir nuestras vidas, se filtra sinuoso y sin resistencia a través del tejido social.
Pienso que todo aquello que se pretende aislar, cosa que entiendo no es posible, tiende a su pérdida, a su desaparición, a languidecer….y eso es una pérdida para todos, no solo para un determinado lugar, o parcela territorial.
Un cordial saludo
Hola Isaac, días atrás le comentaba sobre la inclusión del término posverdad en RAE y le decía que lo consideraba una estupidez. Recién leo este largo artículo
http://nationalinterest.org/feature/the-history-fake-news-21386?page=show
que prueba por qué el uso del término posverdad es una «verdadera» estupidez. Más importante, me parece un artículo esencial para entender las graves deficiencias de la institucionalidad de la política y el gobierno en las democracias constitucionales.
Isaac, por suerte algunos nos explican bien cómo la mentira y la hipocresía marcan a la política. Una explicación clarísima de lo que pasa en EEUU en la campaña contra Trump se puede leer en
https://amgreatness.com/2017/07/06/collusion-farce-hunt-hillarys-hackers/
Y no es un tema menor. Ese ejemplo extremo de podredumbre que es El País en este mismo momento tiene como artículo inicial uno con este título
EN DIRECTO
Trump y Putin se reúnen por primera vez en el G-20 bajo la sombra de la trama rusa
https://elpais.com
Sí, El País nos dice «bajo la sombra de la trama rusa». No es posverdad, no es «fake news», simplemente es basura.
Muy difícil para mí el contenido de este artículo, y no sabiendo discernir si a las ilaciones a que llego son las correctas tampoco estoy segura de que mis argumentos vayan a serlo.
De todos modos, cuando a partir del párrafo “De la segunda sólo conocemos alguna filtración en prensa según la cual el Tribunal Constitucional habría tumbado los preceptos clave de la Ley de garantía de la unidad de mercado.” sigo leyendo, llego a la conclusión de que los mencionados preceptos claves se han tumbado para beneficiar a Cataluña.
Y si se quiere beneficiar a Cataluña es porque se espera a cambio recibir algo de Cataluña.
O sea, que un cambio de cromos en el que, en definitiva, ni el gobierno central ni el catalán tienen las manos limpias ni están jugando limpio ni con la ciudadanía española ni con la catalana ya sea esta separatista o no.
¿Por qué se mima tanto y se le consiente tanto a Cataluña?
Por otra parte, con toda la historia – que ya estomaga – del tan traído y llevado referéndum, y esa independencia que ya han avisado van a declarar al día siguiente en cuanto salga un solo voto más a favor del sí que del no y sin importar que el índice de participación no alcance al mínimo marcado por la ley, me pregunto yo sí eso que creo que se llama “delito de sedición” (me suena de películas y cosas así) no existe en la legislación española. Si existiera se le pararían los pies en un decir amén. Pero parece ser que no disponemos de algo tan facilito.
Con más o menos paños calientes de por medio se les terminará consintiendo que hagan lo que les dé la gana; y sus motivos (confesables o no) tendrá el gobierno central para consentirlo.
A lo que el estado central no cede en absoluto es la posibilidad de ― puesto que (dicen) lo que es de interés de todos los españoles debe ser decidido por todos los españoles ― convocar un referéndum nacional en el que todos, catalanes y no catalanes, digamos si queremos que Cataluña se independice.
Hay tal hartazgo que – es la sensación que tengo – que tienen miedo (el gobierno central, y el catalán en el fondo también) de que tanto los independentistas como los no independentistas elijamos que sí, que se marchen.
Pero eso no lo quieren. Unos ni otros. Quieren seguir así indefinidamente, y tomándonos el pelo a la gente que (y que Dios o a quien corresponda me perdone si soy excesiva) nos trae absolutamente sin cuidado cómo les vaya a los catalanes, independentistas o no, con independencia o sin ella.
Y si una vez independizados Cataluña se convierte en una Venezuela – a la vista de cómo pampanean y el despotismo que utilizan no sería muy raro – pues que con su pan se lo coman y que les vaya muy bien, o que les vaya como se merezcan; porque, así como de la tabarra que dan los independentistas nos llega mucho ruido y mucha noticia, de los no independentistas llegan muy pocas noticias de que hagan ruido alguno.
Como decía aquel “tenemos lo que sus merecéis”.
Hola Isaac, leo recién un artículo que termina con este párrafo
But more immediately, Macron’s monarchical turn should remind us of the rank hypocrisy of today’s political elites, who are currently championing this not-so-liberal strongman. Even as they lament the rise of the Putin-esque autocrats – from Erdogan to Duterte, Modi to Trump – they are cheering on a leader set on consolidating power and undermining liberty. What they fear is not authoritarianism, but democracy. That’s why, for all the talk of defending ‘the free world’ against the revolting populists, they’re happily throwing in their lot with this would-be king.
ver http://www.spiked-online.com/newsite/article/macron-king-of-the-technocrats/20049#.WV81JbHMwcm
Su lectura me recordó lo poco o nada que en los medios españoles se ha estado escribiendo sobre Macron. Una rápida búsqueda confirma mi recuerdo. Y me pregunto por qué. Para muchos su único mérito sería que sirvió para frenar a Marine Le Pen y luego han prestado poca atención a las intenciones de Macron. Para otros, sin embargo, Macron sería una persona de calidad en los términos que usted indica en el último párrafo de su post, lo que «justificaría» considerarlo con un «buen autócrata».
Hola Isaac, ¡Pobre Madrid! No aguantó una lluvia fuerte. Cuando leí lo que pasó ayer, me acordé de esta columna
http://www.nationalreview.com/article/445596/californias-ineffective-government-progressive-ideals-conflict-reality
que por supuesto se aplica muy bien a nivel de gobierno local de Madrid.
Hola Isaac, una más pero para la risa. En las últimas 24 horas se ha desatado un gran debate en EEUU sobre el discurso de Trump ayer en Polonia ¡por defender a Occidente! Lea
http://www.foxnews.com/politics/2017/07/07/trump-defends-western-civilization-and-media-call-it-racist.html
Isaac, en relación a este tema me permito recomendar un par de lecturas porque en este blog algunos editores y lectores expresan continuamente o sus lamentos por la decadencia de la civilización occidental o sus rechazos a la civilización occidental. La primera lectura
http://althouse.blogspot.cl/2017/07/some-of-critics-of-trumps-warsaw-speech.html
es un post que destaca y rechaza los puntos centrales de las críticas al discurso de Trump (recomiendo leer también los comentarios).
La segunda lectura es una interpretación razonable del discurso que ayuda a entender cómo un presidente «nuevo» se va a adaptando a los desafíos que enfrenta en el ejercicio de su poder
https://www.realclearpolitics.com/articles/2017/07/07/trumps_powerful_speech_in_poland_134405.html