Tiene intención

Lo que damos como cierto es algo que han dicho otros, que nos han contado, algo de lo que nos han convencido. Cada sociedad tiene sus reglas, sus creencias y sus valores, sus saberes acerca de lo que la amenaza y lo que la defiende, sobre lo que es necesario hacer, saber o tener para sobrevivir. También tiene su memoria, el recuerdo del pasado, los testimonios de sus logros y sus derrotas, de los tiempos de desdicha o de esplendor.

Y siempre el presente, lo que está pasando ahora, se justifica con aquello que pasó; con la historia. Una historia que cambia, que se inventa o que se oculta según quien sea el que tiene el poder. Así arden las bibliotecas, las estatuas se derriban, los buenos se vuelven malos, las verdades son mentiras o Noé nunca existió.

Así es como nos educan, sobre una realidad creada por aquello que es grato a los ojos del rey. Pero todos tenemos ojos, ojos irrepetibles, y no es lo mismo lo que ve el soldado que aquello que ve el guerrero; son distintas las luces que ciegan al poeta de los colores que deslumbran al emperador; no es lo mismo lo que veían los treinta tiranos que aquello que iluminaba a Platón.

Y, en el camino, lo realmente real, lo que verdaderamente pasa, sigue su curso. Todo se mueve, por mucho que nos obstinemos en que todo sea lo mismo, pero mejor. Lo hecho queda; las pinturas de Velázquez, los éxtasis de Juan de la Cruz, la labor del alquimista, los secretos del herrero, el inmenso amor de Cristo, las Atlántidas soñadas, el crimen del asesino, las envidias, las pestes, las miserias cotidianas, todo queda. Pero nunca es igual.

Lo que hacemos, la forma en la que vivimos, lo que sentimos, nuestra fe o nuestra pereza, las basuras que dejamos, nuestros rastros, cambian todo lo demás. Aunque no sepamos ni cuando ni cómo, en cuál de los espaciostiempo, en cuál de las eternidades, pero lo cierto es que sentimos, pensamos, damos nombres a las cosas, buscamos seguridades, refugios que nos protejan de nuestra fragilidad.

Es un misterio la vida, un milagro, no es un capricho improbable y sin sentido del azar. La vida importa, nacer importa, soñar importa, estar aquí y ahora importa, tiene intención.

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