En el Código Penal español se distingue entre sedición y rebelión, el primero se produce cuando se ejerce un ataque contra el orden público, mientras que el segundo es directamente contra el orden constitucional, como ocurrió por ejemplo con los condenados en el 23-F.
Ahora, el PSOE de Pedro Sanchez con la ayuda de Unidas Podemos, han presentado un proyecto de ley de reforma del Código Penal para sustituir el delito de sedición por el de “desórdenes públicos agravados” y rebajar de esa manera las penas. Beneficiando directamente a los dirigentes independentistas prófugos de la justicia española por la declaración unilateral de independencia en Cataluña.
Intentaremos, hoy, aclarar qué es el delito de sedición. ¿Cómo se definen los “desórdenes públicos agravados”? ¿Es verdad que nos equipara esta reforma a las leyes de otros países? ¿a quién beneficia su eliminación? ¿Cómo afectará su reforma a condenados o huidos del Procés? ¿Es una moneda de cambio, una seducción, ante los secesionistas catalanes por el voto a favor en los presupuestos?
Me llama la atención que no se haya considerado en la conversación la posibilidad de que el debilitamiento del Estado que ésta y otras medidas podrían suponer sea deliberado y la fragmentación de España un objetivo político.
Creo que en España está sucediendo un proceso semejante al de Venezuela en lo que se refiere a desarmar al Estado –mal armado, por otra parte– y que este proceso no tiene sus raíces solo en la Izquierda española –que por cierto ha sido clave en los procesos bolivarianos desde la perspectiva de estrategia jurídica y de control político-institucional— sino que hay Instituciones Exteriores a las cuales España está subordinada cuya huella activa es perfectamente observable en la fragmentación y debilitamiento del Estado. El más evidente es la UE/Bruselas/Comisión (ejemplo auditorías europeas del progreso de las lenguas no oficiales de las que hay más de 15) pero estas instituciones, como estamos viendo desde el final de la URSS, dependen en muy alto grado de la metrópoli imperial vulgo los EEUU.
No son los únicos factores pero ambos son de los verdaderamente importantes.
Creo, además, que nuestro Código Penal podría abordar los delitos contra la Constitución y contra la Unidad del Estado de una forma más eficaz ya que el CP vigente cita en exceso la cuestión de la violencia armada. Un aspecto antiguo y superado por otras formas de Guerra hoy bien conocidas como las Híbridas y las Grises.
España está muy mal protegida y en manos de un partido que no ha borrado de modo explícito la resolución nº 2 del Congreso de Suresnes de 1974. Un partido que está y estará en manos del mismo partido que ayudó a Chavez y a Maduro a perpetrar su destrucción de Venezuela, por ejemplo.
Por último: Pensamos que da lo mismo todo porque la UE y los EEUU nos protegen. Craso error como acaba de ver Macron aghora que la Industria Europea no resiste más y comienza a irse a los EEUU.
La unidad es un bien y la hemos perdido de Forma Estructural.
Tenemos entre manos un montón de problemas.